La dirección del PSOE regional ha pospuesto la celebración de la ejecutiva prevista al comité regional del sábado, que también se retrasa. José Miguel Pérez quiere poder llevar a la reunión del comité una propuesta concreta y a ser posible única, surgida de las negociaciones que estos días, sin luz ni taquígrafos, avanzan -y al parecer a buen ritmo- con vistas a cerrar un nuevo acuerdo político entre Coalición y el PSOE. Pérez quiere que sea la permanente de su ejecutiva, integrada por algunos de sus miembros y por los secretarios insulares, y a la que se pedirá asistan también los miembros del Gobierno, quien primero tenga conocimiento del desarrollo de las negociaciones, para plantear una oferta al máximo organismo entre Congresos -el comité regional-, que fue quien ratificó el pacto con los nacionalistas tras las últimas elecciones, y quien ahora debería suspenderlo o ratificarlo si finalmente los negociadores son capaces de presentarlo en una nueva versión.

En cualquier caso, aunque no se ha dado nueva fecha para su convocatoria, no se pretende que la reunión definitiva se retrase demasiado. Si no hay incidentes de última hora, la convocatoria del comité regional se produciría alrededor del día 12, o en fechas muy próximas a esa, pero siempre después de la primera reunión formal de la Mesa de Seguimiento. José Miguel Pérez no quiere comerse él solo una posible decisión de mantener el pacto. Tiene que ser una decisión ampliamente respaldada. No se trata, pues, de retrasar ''sine die'' la respuesta del PSOE, se trata de no llegar al comité regional como el ejército de Pancho Villa: después de dos inútiles semanas de desorganización, torpezas, contradicciones y dislates en las negociaciones para evitar la censura en Granadilla, con los socialistas más pendientes de mirar el ombligo de sus propios conflictos intestinos que de salvar la censura, lo que se quiere ahora es que lo que tenga finalmente que ocurrir suceda de forma ordenada, y con el PSOE canario con una posición clara y lo más unitaria posible.

Hay quien cree que en esta segunda fase de la negociación para salvar el pacto -de eso y no de otra cosa es de lo que se trata- se ha sacrificado la transparencia a la búsqueda de éxito. Es cierto que en esta fase de las negociaciones se ha instalado el secretismo, pero también es lo razonable. No creo que en toda la historia de la diplomacia se conozca ninguna negociación con luz y taquígrafos y retransmitida en directo, que llegue a buen puerto. En política pasa lo mismo: un exceso de foco alienta el postureo y la dramatización de los actuantes, cuando no directamente lleva al puro esperpento, como vimos hace pocos días en la reunión del Comité Federal del PSOE. La inminencia de Congresos decisivos para determinar cuál será la futura distribución del poder político interno (tanto a nivel nacional como en Canarias) incrementa la vocación teatral de todos los actores.

Para evitar eso es para lo que se retrasa la ejecutiva. Esta vez no se trata de ganar tiempo. Se trata de ponerse de acuerdo entre los de casa, antes de llevar las decisiones fuera. Y para eso hay que tener una oferta firme y formal de Coalición encima de la mesa. Los socialistas canarios, que sufrieron hasta la grabación interesada y la publicación parcial de sus debates internos, filtrada por los partidarios de que no se renueve el acuerdo con los nacionalistas, no quieren que el próximo comité regional pueda acabar en un guirigay abochornante como el que se produjo en la calle Ferraz el sábado pasado...