El PNC de García Ramos es un pequeño partido cuyo principal activo político es su nombre. Partidario de mantener Canarias dentro del Estado y de la Unión Europea, es difícil saber cuánto apoyo político tiene el PNC porque nunca se ha presentado en solitario a las elecciones, y su historia reciente ha estado muy vinculada a Coalición Canaria, en cuya fundación participó en 1993, para romper con ellos en 1998. Esa ruptura, motivada básicamente por la escasa participación del PNC en la distribución del poder regional, abrió una etapa de desavenencias internas, experimentaciones y conflictos que duró hasta el año 2007, cuando el PNC -sin incorporarse orgánicamente en Coalición Canaria- decidió volver a presentarse conjuntamente con los nacionalistas en las elecciones. En el ínterin, el PNC formó con otros partidos o agrupaciones nacionalistas escindidas de Coalición Canaria (como el PIL de Dimas Martín), una autodenominada Federación Nacionalista Canaria, con escaso éxito político. Y en las elecciones generales del 2004 llegaron a presentarse al Senado en coalición con el PSOE en la isla de El Hierro. Desde 2007 volvieron a aliarse con Coalición Canaria y en esa alianza se han mantenido hasta ahora. En las elecciones de 2015, su presidente nacional, Juan Manuel García Ramos, fue en las listas por Tenerife de Coalición, y se incorporó al Parlamento regional tras la dimisión de Rosa Dávila, que dejó el cargo para asumir la Consejería de Hacienda. En la actualidad, podría decirse que el PNC mantiene su autonomía dentro de Coalición Canaria, con escasa presencia en el organigrama del Gobierno, y sin crear problemas.

Por eso ha causado algo de revuelo que el sábado, y a través de un comunicado, el PNC se dirigiera públicamente a Coalición Canaria para pedirle a su socio que explore las posibilidades de reedición del pacto de gobierno con el PSOE, ante la debilidad en la que se encuentra el ejecutivo presidido por Fernando Clavijo. La propuesta se produjo tras la reunión de su comité ejecutivo federal, en el que el PNC acordó trasladar a Coalición Canaria su preocupación por la debilidad del Gobierno tras la salida del PSOE, y la recomendación de reeditar el pacto con los socialistas para mantener el programa firmado en junio de 2015. La declaración, que se acompaña de la petición de intentar la confluencia con Nueva Canarias, se produce justo después de que Asier Antona anunciara la pasada semana que estaría dispuesto a apoyar una moción de censura contra Clavijo, si el candidato alternativo fuera él mismo y los partidos proponentes asumieran el programa del PP. La propuesta de García Ramos, considerado próximo a Paulino Rivero, coincide con propuestas similares realizadas por dirigentes insulares del PSOE como la diputada Corujo, y con la posición mayoritaria de la organización de Coalición en Fuerteventura. Es probable que haya en el PSOE y en Coalición quien considere que aún existe una oportunidad para rescatar el pacto PSOE-PP. Pero es también curioso que las voces que se han levantado surjan precisamente después de que Antona amagara con la censura.

Tiene uno la impresión de que aquí todos están jugando al viejo juego de la silla. Un juego que está resultando en esta legislatura de lo más cansino.