La plantilla y el cuerpo técnico del Acuasport Tenerife Echeyde pudieron disfrutar ayer se su primer día con los suyos, después de haber logrado el ascenso a la División de Honor el sábado.

El equipo llegó el mismo día del partido a Barcelona, con el imperativo de ganar en la Piscina Municipal de Granollers para no depender de nadie y cerrar la anhelada empresa.

Pese a que el partido no empezó bien, un excelso segundo periodo puso las cosas en su sitio. El Granollers no pudo aguantar el ritmo ofensivo de los chicharreros y acabó por claudicar ante el campeón de la Primera División.

La Piscina Municipal David Rodríguez González de Santa Cruz hubiera sido el escenario perfecto para lograr el hito, aunque la Ciudad Condal acogió un alarido de élite.

Muchos años de pelea han jalonado este éxito. Un ascenso infructuoso en 2012 y varias derrotas en la promoción fueron reveses asumidos como parte del "aprendizaje".

Ahora, con la economía presumiblemente en orden para acometer la llegada a una de las mejores ligas del mundo, el Echeyde pretende ser un relevo de garantías para el histórico Martíánez, del Puerto de la Cruz.

Ayer, a primera hora de la mañana, el equipo tinerfeño recibió el cariño de los suyos. De los que forman una familia que ahora es de élite.