El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, entregó anoche la Medalla de Oro de la Ciudad al colegio Dominicas-Vistabella, en reconocimiento a su destacada y continuada labor docente en el municipio -que se remonta a 1928- en el transcurso de una solemne sesión celebrada en el Salón de Plenos.

Bermúdez destacó que "Santa Cruz está en deuda con un colegio que forma parte de su historia y, con el paso de los años (89), se ha convertido en un referente de excelencia educativa y de promoción de valores humanos. Un centro que ha contribuido, desde su concepción cristiana, a sembrar entre sus miles de alumnos la semilla de la solidaridad, la justicia social, la convivencia y la paz".

El colegio abrió en la calle Emilio Calzadilla -en el barrio de El Toscal- para luego instalarse en Santa Rosalía -también en El Toscal- y en 1970 trasladarse a una zona de expansión demográfica, en Ofra-Vistabella.

Por su parte, la directora del colegio, la madre María Rosa Contreras, agradeció a la ciudad la entrega de su más alta distinción que "supone también un enorme compromiso para seguir ofreciendo a todos los niños y jóvenes una educación de calidad, inspirada en la orden de predicador, no solo en la formación académica, sino también en valores como la dignidad, la verdad o la solidaridad".

El acto contó con la actuación de la Banda Sinfónica de Tenerife.