Fernando Clavijo y Asier Antona han intentado meterle sordina a las negociaciones del pacto, pero el ruido que se organiza desde los cuarteles de los partidos puede llegar a ser entorpecedor. Sobre todo si uno de los que ha de ocuparse de negociar está entre los principales interesados en que la negociación se frustre. El sábado, la ejecutiva de Coalición Canaria acordó facultar a Barragán y a Clavijo para "explorar todas las vías de colaboración" entre el PP y los nacionalistas, sin fijar fechas específicas para cerrar los acuerdos. Es la primera respuesta formal de Coalición (un "ni sí ni no, sino todo lo contrario") al PP. En la línea de lo que el propio Barragán anunció que ocurriría. Con la declaración, consensuada con Clavijo, lo que se hace es recoger el guante del ofrecimiento sin demasiado entusiasmo.

A mi juicio, se trata de pura representación: el margen de maniobra de Coalición se ha estrechado extraordinariamente. No sólo porque las posibilidades de un entendimiento con el PSOE son muy escasas mientras los socialistas no resuelvan sus primarias canarias, en las que Patricia Hernández -completamente contraria a cualquier acercamiento a Coalición- es hoy por hoy la mejor colocada, si no se producen sorpresas, como una posible intervención directa de la Federal de Madrid, en la actualidad poco probable.

La posición de Coalición, aislada con 21 diputados de sesenta (con sus 18 y los tres de Curbelo), es poco airosa. Más aún, con la tensión que se vive cada día más en La Palma, donde los líos en el Cabildo y en Tijarafe auguran posibles acuerdos entre el PSOE y el PP. El actual presidente del Cabildo, el socialista Anselmo Pestana, es partidario de destituir a los consejeros de Coalición, e incorporar a las tareas de gobierno al PP. Se trata de un ofrecimiento que fue reiterado a Antona el pasado fin de semana, mientras el presidente del PP participaba en el 13 congreso de su partido en la isla por la que es diputado. A Antona le preocupa también la situación de Tijarafe, donde existe un acuerdo "time-sharing" entre el PSOE y Coalición para ceder la Alcaldía a los nacionalistas. La alcaldesa, Jenny García, del PSOE, parece haber cerrado su continuidad con el apoyo del PP en un municipio clave para Coalición, que aspira a colocar en la Alcaldía a uno de sus hombres fuertes en la Isla, Marcos Lorenzo.

Así las cosas, tiene uno la impresión de que mientras los partidos hacen sus ruidos, Clavijo y Antona tienen ya casi cerradas las líneas maestras para gobernar conjuntamente y anunciarlo antes de que llegue el verano. Antona asumiría la Vicepresidencia y una consejería de las tres que corresponderán al PP, que serían Presidencia, Obras Públicas y Turismo, posiblemente sin Cultura, que pasaría al área de Presidencia del Gobierno, o seguiría integrada en Turismo, pero con los mismos responsables actuales, de acuerdo con un compromiso en tal sentido adquirido por Clavijo con Juan Manuel García-Ramos, cuyo partido, el PNC, controla actualmente ése área. Clavijo y Antona son partidarios también de producir algunos cambios en viceconsejerías y direcciones generales. Clavijo debe ahora evitar el impacto que la salida de Mariate Lorenzo, consejera de Turismo y protegida del presidente conejero, Sanginés, acabe creando un cisma de los nacionalistas de Lanzarote. Aunque la situación de defensa a muerte de Lorenzo se ha modificado en las últimas semanas, después de la sucesión de desastres y conflictos internos que ha protagonizado la consejera. Quizá se encuentre la forma de compensar esa salida. Pero esa es otra historia.