La calima restó esplendor al eclipse total de Sol que desde las ocho de la tarde de ayer se pudo ver, de forma desigual, en Canarias. Las fotografías de Pedro Gómez, desde Triana, en Los Llanos de Aridane, acercaban un atardecer desde la Isla Bonita, enclave del que se dijo que era un mirador privilegiado para ver cómo el sol se ocultó.

Ilustran esta información las imágenes tomadas en Valle de Guerra por Nelson J. Acosta Photography, o la estampa que acerca desde La Geria de Lanzarote el doctor y senador tinerfeño Antonio Alarcó.

Un eclipse solar se origina cuando la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, mientras un eclipse de Luna puede verse desde cualquier punto de la Tierra donde sea de noche mientras dure el eclipse, los de Sol solo se ven en unas franjas concretas que se corresponden con la trayectoria del cono de sombra -o de antisombra- que provoca la Luna sobre la superficie terrestre. Los eclipses solares no suelen tener "una periodicidad fija a corto plazo, pero cada año puede haber uno o incluso dos", según el divulgador científico especializado en astronomía y ciencias del espacio, Antonio Pérez Verde.