El pasado dos de enero, el profesor Marcos Sarmiento y el director general de Patrimonio Cultural, Miguel Ángel Clavijo, anunciaron en el Museo Canario el regreso a las Islas del archivo privado de Dominik Josef Wölfel, el historiador austríaco que más impulsó en el pasado siglo, y a lo largo de toda su vida, la investigación sistemática de la Canarias prehispánica y las lenguas aborígenes en los grandes archivos europeos. Wölfel fue el primer investigador que logró demostrar documentalmente la falsedad del exterminio total de la población aborigen en las Islas, un mito característico del regionalismo, alabando el papel de la corona para poner freno a los abusos de la conquista. El fondo Wölfel, ya depositado en el Museo Canario, es un importante legado personal integrado por un enorme catálogo de documentos -más de 17.000- entre los que se incluye el epistolario del profesor Wölfel con algunos de sus corresponsales en Canarias: el palmero Félix Duarte, los profesores Elías Serra y Peraza de Ayala o Luis Diego Cuscoy. Se trata de un verdadero tesoro de notas, manuscritos, fotografías y películas, vinculadas a las investigaciones realizadas por Wölfel, que incluye la extraordinaria copia manuscrita realizada personalmente del original del Torriani, durante la estancia de Wölfel en Coímbra, pero también la transcripción de documentos sobre Canarias de los Archivos Vaticanos, París o Simancas.

El fondo, procedente del Institutum Canarium, está considerado el mayor y mejor archivo que existe sobre la historia de Canarias en los siglos XV y XVI. En su primer viaje a Canarias, en 1933 (realizó un segundo viaje veinte años más tarde), Wölfel había prometido -en una conferencia en el Ateneo de La Laguna, a instancias del Instituto de Estudios Canarios, que le nombró socio de honor- que una copia de todas sus notas e investigaciones sería enviado a las Islas. Al final, ha sido todo el archivo, y no una copia, lo que ha venido. Lo ha hecho después de una extraordinaria peripecia, vinculada a los hitos históricos del pasado siglo: en marzo de 1938, tras producirse la anexión de Austria por Alemania, Wölfel -ajeno por completo al nazismo y opuesto al Anschluss- fue purgado y perdió su cátedra en Viena. Su archivo se conserva porque el médico nacionalsocialista Eugen Fischer, el hombre que había introducido a Wölfel en los estudios sobre el pasado canario, intervino para salvar tanto la biblioteca como el archivo de su amigo y trasladarlo a Berlín, donde fue custodiado por el Instituto Kaiser Guillermo. Eso salvó el archivo de su destrucción. Al acabar la guerra, Wölfel fue rehabilitado por el Gobierno austríaco y volvió a su cátedra en la universidad de Viena, logrando -milagrosamente- rescatar sus papeles, que habían sobrevivido al arrasamiento de Berlín. A su muerte, los documentos fueron preservados por un grupo de discípulos que fundaron en 1970 el Institutum Canarium en Hallein, al sur de Salzburgo. El Instituto, cuya presidenta de honor es la reina Sofía, está hoy dirigido por el profesor Sarmiento, germanista y traductor al español de la obra cumbre de Wölfel, la "Monumenta Linguae Canariae". Sarmiento es un miembro destacado del Museo Canario, y es esa coincidencia la que ha facilitado que se cumpla la voluntad de Wölfel y el archivo llegue a las Islas. Aquí será íntegramente digitalizado e incorporado al Sistema del Centro de Información y Documentación, dependiente de la Dirección General de Patrimonio Cultural, y puesto a disposición de los investigadores del pasado prehispánico de todo mundo.

Un auténtico regalo de reyes para la Historia de las Islas.