La "moda" en los municipios del sur de la Isla es vender accesibilidad y, si se trata de playas, mejor. Pero hay ocasiones en las que la realidad supera el empeño de las administraciones y sus políticos. Desde el colectivo social Queremos Movernos se pone como "mal ejemplo" de lo que ocurre el caso de la playa La Charcada, en El Puertito de Güímar. Mientras la señalización colocada refleja claramente que el usuario está ante "otra playa accesible en Tenerife", las dificultades que encuentra una persona con movilidad reducida (PMR) para llegar a esa playa son muchas. "Hasta el punto que no puede acceder en una silla de ruedas porque es imposible", aseguran y documentan.

Cierto que El Puertito de Güímar avanza en materia de accesibilidad y que en otras de sus playas sí se aplica, "pero es de risa que se atrevan a colocar señales como esta cuando la realidad es tozuda y les desmiente con solo echar un vistazo".

Queremos Movernos ha señalado con anterioridad diversos puntos de la geografía güimarera en los que la accesibilidad "ni está ni se le espera", si bien el gobierno municipal asegura "estar haciendo todo el esfuerzo posible para cumplir con la normativa en todos los lugares públicos".