Ana Bautista y la gimnasia rítmica tinerfeña continúan siendo una unidad indivisible. La mujer que dio el primer oro a España -campeona de Europa en Hannover 1989- ha estado unos días en su Isla natal participando en actos promovidos por el Club Batistana. Junto a ella, otras dos campeonas participaron en la promoción del proyecto editorial "Pinceladas de Rítmica" (Montse Martín & Manuel Martín) que ayer, por ejemplo, reunió a tres campeonas en el Pabellón Ana Bautista de esta capital: Montse Martín -campeona del Mundo en Atenas 1991 y bicampeona de Europa en Stuttgar 1992- y Tania Lamarca -Medalla de Oro en Atlanta 1996 y campeona del mundo en Viena 1995 y Budapest 1996- se convirtieron en los reclamos del evento deportivo que reunió a numerosas gimnastas en las instalaciones situadas junto al Barranco Santos.

"Este libro (desarrollado en compañía de su hermano Manuel Martín) hizo que volviera a los pabellones después de estar muchos años alejada de la gimnasia rítmica", señaló Montse sobre un mundo que le sirvió de inspiración para desarrollar el contenido de un proyecto editorial que también se apoya en la música de Manuel. "Esto ha sido como un ciclo olímpico, pero hemos conseguido volver al tapiz", puntualizó Montse en el transcurso de una exhibición en la que Lamarca reconoció "vivir un momento especial por estar en la casa de una deportista a la que yo admiraba cuando era una niña. La foto de Ana Bautista estaba pegada en las carpetas que llevaba al cole", rescató la campeona olímpica.

"La emoción de volver a encontrarme con personas a las que no veía desde hace más de 20 años es algo muy especial", reconoció Ana Bautista minutos antes de tomar un avión con destino a su residencia balear (Menorca). "Lo bonito de este deporte es que te permite seguir en contacto con él, aunque no estés porque nunca desconectas del todo. Volver a este pabellón ha sido revivir muchísimos recuerdos que continúan vivos", dijo Ana Bautista.