La política se ha convertido en un circo de tres pistas. Una especie de "reality show" que busca más un titular, un twitter bien afinado, que ayudar a los ciudadanos a vivir mejor: ¿no estaban los políticos para eso? El caso de los diputados, da igual si del Congreso o el Parlamento canario, es especialmente frívolo.

La mayoría de estos políticos "profesionales" viven más pendientes de buscar la derrota de un gobierno en minoría (caso del Estado o de Canarias) que de solucionar problemas a los ciudadanos. Da igual a quién perjudiquen. Fíjense en el tema de los presupuestos. No buscan acuerdos para sacar adelante unas cuentas que nos ayuden a todos. Y les da totalmente igual que la factura la paguen las familias más vulnerables. Claro, a ellos no les afecta. No tienen responsabilidades de gestión, como un alcalde o un consejero. Eso sí, cobran bien calentito. Pagado por todos.

No rinden cuentas a nadie. A ver si lo entienden de una vez: deberían centrarse en hacer un control de gobierno responsable, con propuestas y soluciones. Menos tuits, menos circo y menos decir una cosa cuando gobiernan y otra cuando al día siguiente pasan a la oposición. Si a final de mes hay que pagarles una nómina, al menos que trabajen algo y se la ganen. Y los tuits y jugar en el circo, en su tiempo libre, que ya saben, les sobra.