Pedro Sánchez, presidente de España, vino a Lanzarote para homenajear al Nobel José Saramago con su homólogo portugués, Antonio Costa. Muy bonito todo. A Lanzarote han llegado 8 pateras en los últimos 10 días. De hecho adultos y menores inmigrantes comparten tiendas de campaña: el Estado no quiere ceder un cuartel para alojarlos. El Cabildo está a punto de declarar el estado de emergencia.

¿Era mucho pedir que don Pedro dedicara solo 15 minutos de su apretada agenda a preocuparse por la llegada de inmigrantes que tiene en vilo a la isla que pisaba? Se lo pidieron y dijo que no. Que tenía apretada la agenda, dijo. Pero el apretón no le impidió reunirse dos horas con su secretario regional del PSOE, Ángel Víctor Torres, para charlar acerca de cómo ganar las elecciones. Tema interesantísimo para los canarios...

Hace mal don Pedro. Más allá de su tensión con el Ejecutivo canario por convenios y presupuestos (allá se las compongan ellos), existimos los canarios, que sí estamos muy preocupados por la llegada de pateras y no por las cuitas internas del PSOE. Eran solo 15 minutos. Cuando lleguen las siguientes pateras, avisen a don Pedro, a ver si tiene hueco en su apretón. Incluso a veces, aunque no apetezca, hay que exhibir algo tan humano como la sensibilidad. La que le ha faltado a don Pedro. Los desprecios se suelen pagar en las urnas.