29 millones de euros en unas horas. Van a desaparecer de las cuentas del Banco Santander. Los retiran Cabildo (27 kilos) y Ayuntamiento chicharrero (2 kilos). Cabreados, y con razón, porque hay 358 familias pendientes de perder sus viviendas de protección oficial en Añaza. El Banco se quedó con ellas por problemas de la promotora y las vendió a un fondo buitre de inversión. Los vecinos se han quedado mirando al cielo, se pueden ver en la calle y el asunto ha acabado en Fiscalía.

Las instituciones pidieron explicaciones y no hubo respuesta, más allá de unas flojas llamadas informales. Muy feo. Apesta a práctica abusiva. Respuesta: Carlos Alonso y José Bermúdez quitaron las perras. Papelón el del director del Santander en Canarias. Llamada de Madrid, pánico? 29 millones de golpe? petardazo.

Una operación sin conocimiento del Gobierno de Canarias, que ha iniciado expediente sancionador al banco. ¿Cómo se quedó el banco esas viviendas? ¿Se notificó a la administración la venta al fondo buitre para que esta ejerciera su derecho a rescatarlas? No hay respuestas.

Ahora a ver quién arregla el problema a las familias. Se arreglará, supongo, pero en el fondo subyace un argumento: 15 años sin casi construir viviendas públicas por falta de suelo y recursos. ¿Cómo era aquello?¿Teníamos derecho a una vivienda digna? En Añaza me da que no?