La compañía aérea Binter Canarias ha comprado para su flota tres de los mejores reactores del mundo, con opción a dos más. Se gastarán más de 300 millones de euros. Ahí es nada. La Naviera Fred Olsen se lanza y abre una ruta con Península, con Huelva. Van a por todas. Binter a por el mercado africano y Olsen por conectarnos con España.

Apuestas arriesgadas en tiempos del cólera. Con la crisis aún merodeando por las esquinas, dos compañías Canarias, que crean cientos de puestos de trabajo, y que le ponen dos trillos a la cosa y se la juegan. Binter creció porque unos empresarios canarios la recuperaron cuando Iberia se mando a mudar. Los gomeros nunca olvidarán que los amigos de Fred sacaban, en el Ferry Gomera, a los enfermos de la isla en viajes no programados y pagados por la propia compañía. Solo estaban ellos y estuvieron a la altura. La que tuvo siempre el capitán Servando Peraza.

Ahora han crecido. Se han hecho grandes y gigantes del transporte. Pedirles por favor que no se olviden nunca de estas pequeñas ocho islas (ya la Graciosa está, no se olviden) y que sigan creciendo. Será bueno para todos. Y si puede ser que los billetes sean baratitos. Que la cosa no está para bromas. Al fin y al cabo, para movernos, vernos y querernos, los canarios dependemos de Binters y Olsens.