Santa Cruz de Tenerife dedica desde ayer una calle a Los Rumberos, la comparsa que enseñó a bailar batucada en el Carnaval chicharrero, hasta hacer escuela, tanto en la Isla como en Canarias. El acto comenzó con la Banda Sinfónica de Tenerife interpretando "La vida es un Carnaval", para dar paso a la lectura del acuerdo plenario y las palabras de agradecimiento del alcalde, José Manuel Bermúdez, que abordó los más de 50 años de esta formación y hasta se atrevió a entonar fragmentos de "Mamá, llévame a La Habana" y "Yo no tumbo caña". Y habló en ese momento la comparsa (1965), con su batucada, desfilando por su calle, que linda con el parque de Las Indias, cerca de la avenida Venezuela. En presencia de una emocionada Bella, madre de Juanjo y Rogi, el hijo del recordado Manolo Monzón dijo que este honor es un sueño hecho realidad, como cuando hace años Efraín Medina llevó a Los Rumberos a La Habana. Santa Cruz rinde tributo así al género que más ha exportado el Carnaval en el extranjero.