La "Vespa velutina", también conocida como avispa asiática, avispón asiático o avispa negra, se ha convertido ya en un importante problema en España. Para aquellas personas que son alérgicas a sus picaduras, por supuesto, pero también para las abejas y apicultores que sufren directamente su voracidad, por no hablar del peligro extremo que su presencia creciente supone para la biodiversidad. Apenas un detalle: se estima que más de un 60% de la fruta y verdura que se consume dejaría de producirse al no ser polinizada.

Los expertos auguran que esta especie colonizará toda la Península Ibérica en menos de una década. Por ahora, su avance es imparable en el norte peninsular. El pasado año fue terrible para Asturias y el nuevo no ha comenzado dando un respiro. Hace unos días se detectó en la comarca avilesina de Trasona, en la localidad de Fafilán, el octavo nido de "Vespa velutina" en los últimos cuatro meses. Y hace muy poco se ha confirmado su llegada a la provincia de Valladolid.

Desde que el insecto llegó a España, se han intentado eliminar los avisperos con numerosos métodos, pero esta avispa no tiene intención de frenar su expansión. Hasta ahora, su presencia es importante sobre todo en las provincias de Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Galicia, La Rioja, Islas Baleares, País Vasco y la Comunidad Valenciana. Una plaga y un peligro.