La Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) han suscrito un convenio para el mantenimiento del Programa de Conservación del Olmo Europeo que se puso en marcha en 2007 y ha convertido a Canarias en una reserva genética para las tres principales especies del país.

La colaboración canaria en el establecimiento de bancos vegetales de conservación ha convertido a las Islas en un "arca de Noé" para estas especies, ya que es la única región del país libre de grafiosis, una enfermedad causada por un hongo que puede acabar en pocos meses con olmos centenarios. El primer convenio, gracias al que se implantaron dos parcelas (una en Tenerife y otra en Gran Canaria) que albergan cerca de 700 ejemplares, finalizó en 2011. El nuevo tiene una vigencia de cuatro años (hasta 2022) y supone una inversión de 188.895 euros, de los que el Ministerio aporta 127.018 y la Viceconsejería 61,877 euros.