Dicen que este fin de semana, el señor médico de Nueva Canarias, Román Rodríguez, estuvo en un bar de bocadillos y tapas de Tenerife. Andaba echándose algo en el Llano del Moro, municipio de Santa Cruz. Habrá sitios donde ir... o esconderse. Allí hablaba con un señor de pelo blanco (presuntamente Hilario Rodríguez, político nacionalista) y dos más.

El Llano del Moro es bien conocido por sus buenos guachinches, su campito de fútbol y por las fincas rústicas (de esto último, el susodicho médico sabe mucho). Desconocemos a qué habrá venido el bueno de Román a Tenerife un sábado. Pero lo curioso es que no fue al bar del hotel de Los Menceyes, como buen diputado (lógicamente, porque está bien vigilado, me consta). Fue a un magnífico bar, de bocadillos, de gente digna y trabajadora a negociar sus rollos. Los más de 10.000 euros de dieta al año que tiene dan para ello.

Me apasiona que un político de Gran Canaria venga por Tenerife a visitar bares de carretera. Cuentan que faltó a la reunión el capitán Alatriste de La Laguna, el del sombrero. Pero bueno, como dice mi suegra, nadie es completo. Román quiere aterrizar en Tenerife, pero no lo tiene todo. Demasiados huecos en el mapa. Tu finca rústica de Gran Canaria la llevas bien, la de aquí, no te la venden. Y la próxima vez que vengas a Tenerife avisa, te llevamos a otro sitio estupendo.