Redes Sociales, Facebook, Twitter, Instagram... y Snapchat. Viajan a velocidad de vértigo en feroz competencia. La app de mensajería instantánea Snapchat, se ha convertido en solo seis años en la preferida en Estados Unidos por el 72% de jóvenes. En España es la red social que más crece entre los adolescentes. ¿Cómo se explica? Por la fugacidad, el culto a la imagen y la privacidad. Para los jóvenes supone que papi o mami no controlan.

El usuario decide la duración de sus contenidos, entre 1 y 10 segundos, en un frenético intercambio de vídeos y fotos. La imagen o el texto desaparecen a los diez segundos de haber sido abiertas. Esa brevedad crea una falsa sensación de seguridad a la hora de colgar, por ejemplo, fotos comprometedoras o íntimas, que pueden derivar en situaciones de acoso. Fue una de las primeras críticas que recibió la aplicación.

Para los nativos digitales, siempre conectados, no hay distancia entre lo íntimo y lo público, no hay límites, restan importancia a la información que facilitan sobre sí mismos y no son conscientes de los riesgos, algo que puede llevar a situaciones terribles que ni los padres conocen. Lo peor para un adolescente es aprender a base de malas experiencias, pero también para esos padres que no dudan, o no pueden, resistirse a comprar un "smartphone" a sus hijos cuando cumplen 12 o 13 años. Yo incluido.