Un grupo interdisciplinar de especialistas en arqueología, antropología y paleogenética de la Universidad de Durham (Reino Unido), el Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (Universidad de Santander) y la Universidad de La Laguna ha desarrollado una investigación en el yacimiento de la Cueva de El Toro, en la Sierra del Torcal, cerca de Antequera (Málaga), que ha identificado las evidencias más antiguas de canibalismo en poblaciones agricultoras y ganaderas de la Península Ibérica durante el Neolítico Antiguo (hace 7.000 años). La aparición del Neolítico en la península trajo consigo profundos cambios en las prácticas de subsistencia con la producción de alimentos, los primeros poblados estables y la transformación simbológica de comunidades campesinas. Los trabajos en El Torcal, dirigidos por Dimas Martín y María Dolores Camalich, de la ULL, han documentado ocupaciones desde el Neolítico Antiguo hasta el final del Neolítico Reciente (hace 5.000 años).