Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Venezuela, Hugo Chávez, mantuvieron ayer en la ciudad de Salvador de Bahía una reunión para revisar la agenda bilateral, conversar sobre la integración regional y firmar varios acuerdos.

Chávez, que llegó en la madrugada de ayer, se reunió con Lula en un hotel de Salvador de Bahía unas horas después en un encuentro, el sexto del último trimestre, que fue ampliado más tarde con la participación de varios ministros.

Al término del encuentro los mandatarios firmaron varios acuerdos, dieron una rueda de prensa y asistieron a un almuerzo ofrecido por el gobernador de Salvador de Bahía, Jacques Wagner, después del cual ambos regresaron a Brasilia y Caracas, respectivamente.

Según portavoces de la Presidencia brasileña, los mandatarios revisaron el proceso de adhesión de Venezuela al Mercosur, que todavía depende de la ratificación de los Congresos de Brasil y Paraguay, y conversaron sobre la próxima Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), prevista para el próximo mes de julio en Chile.

Refinería

Igualmente abordaron las negociaciones para la construcción de una refinería binacional en el estado brasileño de Pernambuco, que comenzaron en el año 2005 y en la que todavía tienen divergencias.

Pese a que el acuerdo que los dos países firmaron el año pasado para definir su participación en la refinería vence esta semana, fuentes oficiales brasileñas admitieron que las negociaciones poco avanzaron y que lo más probable es que el anterior convenio sea prorrogado.

Entre los convenios de cooperación que fueron firmados ayer destaca uno por medio del cual Brasil dará apoyo técnico a Venezuela para el establecimiento de una red bancaria popular y otro por el que ofrecerá asesoría a Caracas en un proyecto para la construcción de viviendas populares.

Igualmente fue suscrito un documento que prevé la futura instalación de una planta petroquímica en el estado brasileño de Bahía, del que Salvador es capital, con participación de las empresas Petroquímica de Venezuela (Pequiven) y Braskem, de Brasil.

Según fuentes oficiales venezolanas, también fue firmado un documento para el inicio de los estudios de viabilidad de la hidroeléctrica venezolana de Las Cuevas, que forma parte de la central Las Coloradas, en la que podrán participar empresas brasileñas.