El Gobierno de Venezuela advirtió ayer de "una peligrosa burbuja financiera" en la compraventa de automóviles, que estimó es similar a la que desató la crisis inmobiliaria en EEUU, y pidió a la Fiscalía actuar e identificar delitos.

El ministro de Comercio, Eduardo Samán, dijo tras entregar en la Fiscalía documentación sobre el asunto y pedirle qué delitos se están cometiendo, que el "negocio grueso" está en el sistema bancario y en el de seguros. Identificó en ello expresamente a los bancos privados Exterior y Bolívar, además de a diversas concesionarias.

Remarcó que "aquí tiene que ha-ber presos o esto no se va a acabar" y reveló que la banca privada concede préstamos para la adquisición de vehículos "a precios inflados", sobre los cuales los aseguradores cobran luego primas mensuales que rayan en la usura.

El sistema financiero nacional "peligra con delitos que sí existen", como la usura, también presente, añadió, en la compraventa de vehículos nuevos comercializados luego como usados, lo que permite utilidades que "doblan y triplican" el precio original.

Samán dijo que en las últimas semanas se descubrieron "más de 6.700" vehículos nuevos ocultos en diferentes propiedades particulares, los que anunció que deberán ser vendidos con ganancias razonables. Entre estos vehículos contó los 24 que fueron descubiertos el 21 de mayo en una propiedad inmobiliaria del empresario Guillermo Zuloaga, socio de varias concesionarias de vehículos y presidente de Globovisión.

La actuación del Gobierno ante la Fiscalía se produjo un día después de que el Parlamento aprobara un exhorto a ambas instancias para "ejecutar las acciones necesarias para la imputación y enjuiciamiento" de los involucrados.

El proponente del exhorto, el diputado oficialista Manuel Villalba, denunció una "salvaje campaña mediática" que reseña el asunto "como una represalia política" contra la prensa al verse involucrado Zuloaga como directivo de concesionarias y no como presidente de Globovisión.

"Es evidente que se trata de vandalismo y delito común", pero la prensa privada "le miente al país y pretende silenciar la verdad" y "este señor ha pretendido imponer una matriz de opinión manipulando a la gente, mintiendo descaradamente y tergiversando la realidad", dijo a su vez el ministro del Interior, Tarek El Aissami.

El día que se allanó la propiedad de Zuloaga, éste afirmó a su emisora que no tenía nada que temer ni que ocultar y que la intención del Gobierno es acallarlo por sus posiciones políticas.