La empresaria palmera, Cila H. Cabrera que, desde el pasado 22 de septiembre permanecía secuestrada en Venezuela fue liberada por sus captores en la mañana del viernes, según precisaron ayer a EL DÍA fuentes cercanas a la familia.

La mujer, de unos 75 años de edad, y natural del Llano de Fleitas, en el municipio palmero de Puntallana, se encuentra en buen estado de salud y, al parecer, reveló que, durante todo el tiempo de su cautiverio, los secuestradores "la trataron bien".

En estos momentos permanece en el domicilio de una de sus hijas y desde allí se ha puesto en contacto con algunos de sus familiares que residen en La Palma, entre los que figuran su hermana Emiliana, así como algunos primos y sobrinos que son vecinos de El Granel, en San Andrés y Sauces.

De hecho, les expresó su voluntad de visitar la Isla el próximo año, con motivo de la bajada de la Virgen de las Nieves, según agregaron las fuentes.

Se trata de una destacada empresaria radicada desde hace más de 40 años en el estado de Yaracuy, donde es propietaria de una granja de vacas y de pequeñas fincas destinadas al cultivo de naranjas, que regentaba con su marido, fallecido hace cuatro años.

También es madre de la presidenta de un conocido club social de canarios en la localidad de Bejuma (Carabobo).

Al principio se especuló con que recientemente había recibió una subvención del Gobierno Venezolano y eso pudo ser lo que motivo su secuestro.

Igualmente, se dijo que la cantidad exigida por los captores para liberarla ascendía a 30 millones de bolívares (unos 9 millones de euros) aunque nunca se llegó a confirmar esta cifra.

Incluso, por ahora no ha trascendido si finalmente la familia llegó a efectuar el pago.

El secuestro se produjo en su propia finca, cuando se encontraba en una celebración familia. En ese instante penetraron de manera violenta en el recinto un grupo de delincuentes que se llevaron consigo a la mujer y dejaron atadas a todas las personas presentes.

Durante el cautiverio se optó por no revelar más detalles sobre la identidad de la secuestrada ni de la evolución de las negociaciones, con la finalidad de no entorpecer las labores de investigación policiales, pero finalmente el viernes se produjo un desenlace satisfactorio.

Algunos amigos de la familia, residentes en La Palma, recibieron ayer mismo la noticia con gran alegría ya que, según recalcaron, estaban muy preocupados por su estado de salud, sobre todo a medida en que se prolongaba el secuestro que duró más de un mes y medio.