El presidente venezolano oficializó ayer el comienzo de las operaciones del estatal Banco Bicentenario con la entrega de créditos hipotecarios a varios trabajadores de la entidad financiera, que engloba a otras intervenidas recientemente.

"¡Banco Bicentenario Universal para el socialismo, para el desarrollo!", afirmó el mandatario venezolano durante un acto realizado en el palacio presidencial de Miraflores. "El banco no sólo cambia de nombre, cambia de orientación y ética, ahora es un banco socialista (...) y se convierte en un instrumento de la lucha por la igualdad", agregó el presidente rodeado por todo su equipo económico.

A principios de este mes, Chávez anunció que ayer abriría la nueva entidad pública, que finalmente quedó integrada por los bancos Bolívar, Confederado y Central, que se fusionaron con el estatal Banfoandes.

Bautizada como Banco Bicentenario Universal por Chávez, la nueva entidad cuenta con una red integrada por 387 oficinas distribuidas por todo el territorio venezolano y un millón de clientes, y se convierte en el quinto banco del país por volumen de depósitos.

Recientemente la Superintendencia Nacional de Bancos (Sudeban) informó de que había detectado "irregularidades" en ocho entidades, que representan menos del 7% de los depósitos del sistema financiero venezolano.

Entre estas "irregularidades" figuran el aumento de capital sin especificar el origen de los fondos y el incumplimiento con los índices patrimoniales, según la información oficial.

El saneamiento de los bancos que reabrieron desde ayer costó al Estado venezolano 92,7 millones de bolívares (43,1 millones de dólares), según medios locales.

Con la adquisición de las tres entidades rehabilitadas, el Estado dominará el 25% de los depósitos del sistema a través de su red bancaria, constituida por cinco entidades, entre ellas el Banco de Venezuela, el tercero más grande del país, comprado el año pasado al grupo financiero español Santander.

Tras concluir la rehabilitación de los bancos Bolívar, Confederado y Central, continúa el proceso de intervención de otras tres entidades cerradas por irregularidades: los bancos Baninvest, Banco Real y Banorte.

Por su parte, los bancos Canarias y ProVivienda fueron liquidados y sus clientes comenzaron a recibir hasta 10.000 bolívares (4.651 dólares) del Fondo de Garantías de Depósitos (Fogade), a lo que por ley está obligado el Estado venezolano.