Más de 1.000 personas, entre familiares y visitantes de los reclusos de la cárcel venezolana de Yare II, situada en el estado de Miranda, en el norte del país, fueron retenidas el pasado domingo por los internos para demandar mejores condiciones penitenciarias y judiciales.

El secuestro comenzó al finalizar la ronda de visitas este domingo. Los presos solicitan la creación de mesas técnicas para buscar soluciones a los problemas de retardo procesal, ya que pretenden que se les proporcionen nuevos autobuses que les trasladen a los juzgados para cumplimentar sus trámites jurídicos.

Entre sus reivindicaciones principales también destaca la petición de que se investigue y castigue a los funcionarios de prisiones de Yare II, que, según aseveran, estarían detrás de la muerte de dos internos a finales del pasado mes de diciembre.

Por último, pretenden que los jueces puedan aplicar el artículo 500 del Código Orgánico Procesal Penal (COPP), que permite a los reos reincidentes optar a medidas alternativas de cumplimiento de la pena, pues opinan que en la actualidad los magistrados no aplican este artículo de forma suficiente, según informó ayer el diario "El Universal" a través de su página web.

Destitución del director

Los reclusos, que también reclaman la destitución del director de la cárcel, aseguran que el secuestro continuará hasta que representantes del Ministerio del Interior se comprometan a satisfacer sus peticiones. Sin embargo, por el momento ningún portavoz gubernamental se ha pronunciado sobre el caso.

Las retenciones y los llamados autosecuestros de familiares para presionar sobre las exigencias de los reos se han vuelto frecuentes en Venezuela, donde a principios de marzo pasado se produjo la misma situación en once cárceles del país.

El sistema penitenciario de Venezuela, considerado uno de los más violentos de la región, está formado por 29 cárceles y 16 internados penitenciarios, que albergan a unos 20.000 reclusos, según datos oficiales.

La organización no gubernamental Observatorio de Prisiones informa en su web de que durante el primer semestre de 2008 murieron 249 reos en actos violentos en las cárceles venezolanas.