El jefe de Estado venezolano defendió ayer como una "necesidad" el plan de racionamiento eléctrico que aplica su Gobierno, con cortes del servicio de cuatro horas cada dos días desde ayer en Caracas y casi todo el país. "Se trata de una necesidad del país, no es culpa de Chávez ni del Gobierno", sentenció el gobernante en un acto de entrega de créditos estatales, celebrado en el palacio presidencial.

Chávez comparó las restricciones eléctricas con el hecho de "hacer dieta" y rechazó las críticas opositoras de que la contingencia energética es consecuencia de la supuesta falta de inversión en el sector eléctrico, completamente en manos del Estado.

Venezuela afronta una crisis eléctrica desde finales de 2009, que obligó al Ejecutivo a aplicar un fuerte racionamiento, que comenzó la madrugada de ayer en la capital y en casi todo el país, con excepción de los estados andinos, donde ese programa ya se aplicaba desde septiembre pasado.

En Caracas los cortes se distribuyen en seis bloques diferenciados a lo largo de ciclos de quince días hasta el próximo mayo.

Chávez señaló que el plan "trata a todos por igual, sin privilegios", y criticó la actitud de "los sectores de la clase media", que, según su apreciación, supuestamente quiere que "se les racione (la luz) nada más que a los pobres".

"Llenos de odio"

Los opositores a la "revolución" bolivariana que gobierna Venezuela desde hace una década "están llenos de odio", sostuvo el mandatario, que volvió a retar a sus dirigentes políticos a que convoquen un referendo revocatorio para sacarlo del poder.

Chávez superó en agosto de 2004 un referendo revocatorio en su contra. El racionamiento eléctrico se aplica para "el bien de todos", retomó Chávez, y resaltó que el Gobierno no podía quedarse "de brazos cruzados y que se apaguen las luces en todo el país y quién sabe por cuánto tiempo".

El Gobierno sostiene que la causa del déficit energético de un "12% (...) casi 1.700 megavatios" se encuentra en la "excesiva dependencia" de la producción hidroeléctrica del embalse del Guri, que se ha visto mermada por la sequía provocada por el fenómeno meteorológico de "El Niño".

Los cortes del servicio eléctrico, que se pusieron en marcha al día siguiente de una fuerte devaluación monetaria, se suman al racionamiento de agua vigente desde el pasado noviembre, todo ello en medio de las críticas de la oposición, que denuncia la falta de inversión en infraestructuras en los casi once años de mandato de Hugo Chávez.