La agencia de calificación de riesgo Fitch dijo ayer que el régimen cambiario de Venezuela lastra la solvencia crediticia de ese país y descartó que la devaluación acometida al comienzo del año vaya a corregir las distorsiones de su economía.

"El régimen cambiario no sólo fracasó a la hora de evitar la salida de capitales y reforzar la estabilidad económica, sino que incrementa las distorsiones macroeconómicas y aumentó la vulnerabilidad ante las variaciones de la cotización internacional del petróleo", aseguró el analista de Fitch Erich.

Fitch, que otorga a la deuda de Venezuela una calificación de "B+" (cuatro escalones por debajo del grado de inversión), cree que el mecanismo de asignación de recursos para divisas a través de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) genera distorsiones macroeconómicas, amplificadas por la inflación y la apreciación del tipo de cambio real.

Además, dice que ese mecanismo eleva el coste de las políticas de ajuste económico y aumenta la vulnerabilidad que padece la economía venezolana ante las fluctuaciones en los precios del crudo, al tiempo que incrementa el endeudamiento emitido en moneda extranjera y erosiona la liquidez soberana en el exterior. "No parece probable que la devaluación oficial de enero vaya a bastar para corregir con carácter permanente las actuales distorsiones, si no se acometen cambios más amplios en términos de política económica", advirtió la agencia.