El Gobierno de Colombia anunció ayer que presentará ante la Organización de Estados Americanos (OEA) evidencias "clarísimas" y "recientes" de la presencia de jefes guerrilleros colombianos en Venezuela, en una sesión programada para este jueves que pidió que sea pública.

"Es contundente la evidencia, clarísima y reciente", explicó a los periodistas el ministro de Defensa, Gabriel Silva, al término de una reunión en Bogotá con el embajador de Colombia ante la OEA, Luis Alfonso Hoyos, convocada para examinar las pruebas que se expondrán ante ese organismo internacional.

Según Silva, esas pruebas no son "cosa del pasado o un refrito", sino que demuestran que la presencia de jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Venezuela constituye "una amenaza permanente" para su país.

El anuncio de esas pruebas, hecho por el Gobierno la semana pasada, ha sido cuestionado por medios, analistas y políticos, que afirman que las evidencias sobre la presencia guerrillera en Venezuela no son nuevas.

Además, critican que se hayan dado a conocer precisamente ahora porque pueden dañar los esfuerzos del presidente electo colombiano, Juan Manuel Santos, por normalizar la relación con Venezuela cuando apenas le quedan tres semanas para sustituir al mandatario saliente, Álvaro Uribe.

A raíz de las denuncias colombianas, el presidente venezolano, Hugo Chávez, llamó a consultas a su embajador en Bogotá, Gustavo Márquez, anunció que no asistirá a la investidura de Santos, que será el próximo 7 de agosto, y alertó de que "podría romper las relaciones" bilaterales.

Desde el 28 de julio de 2009 esas relaciones están "congeladas" por decisión de Chávez, que consideró irresponsables las acusaciones del Gobierno de Uribe de que se había hallado en poder de guerrilleros de las FARC armamento comprado por las fuerzas militares venezolanas a Suecia.