El Gobierno venezolano oficializó ayer la expropiación de la siderúrgica Sidetur, cuya nacionalización fue anunciada el pasado domingo por el presidente Hugo Chávez, una decisión rechazada por gremios empresariales y sectores políticos de oposición. La expropiación de Sidetur, filial de la mayor siderúrgica privada nacional, Sivensa, fue publicada en la gaceta oficial 39.544, de fecha 3 de noviembre y divulgada ayer.

El gaceta indica que se llevará a cabo "la adquisición forzosa de todos los bienes muebles, inmuebles y bienhechurías propiedad deja sociedad mercantil Siderúrgica del Turbio (Sidetur), sus empresas filiales y afiliadas".

Chávez ordenó la expropiación con el argumento de que supuestamente la firma incurre en un sobreprecio en la venta de sus productos", y un día después las fuerzas militares tomaron al menos tres de las seis plantas de la empresa.

El coordinador de operaciones de la empresa, José Gourmetts, rechazó ayer la expropiación y defendió que la empresa ha cumplido con sus deberes como proveedor y con el pago de tributos.

"Rechazamos la medida decretada por el presidente porque los productos están regulados desde el 2006", dijo Gourmetts en referencia a la afirmación presidencial de que Sidetur vendería con sobreprecios las barras de acero.

La siderúrgica anunció el lunes que "ejercerá acciones legales" contra la medida de expropiación para defender sus intereses ya que, ha "cumplido estrictamente con la regulación decretada" por el Gobierno "que mantiene los precios congelados desde el 6 de diciembre de 2006, aun cuando la inflación acumulada desde esa fecha es cercana al 100 por ciento".

Representantes opositores y empresariales venezolanos rechazaron la nacionalización de la siderúrgica y plantearon realizar movilizaciones nacionales en señal de protesta. El presidente de la patronal Fedecámaras, Noel Álvarez, ha repudiado lo que calificó como "arremetida del Gobierno contra el sector privado", y anunció que ese gremio prepara "estrategias claras" para enfrentar la situación.