EEUU consideró ayer que la cooperación de Venezuela en la lucha antinarcóticos sigue siendo "inadecuada", al tiempo que situó de nuevo a ese país entre las principales naciones de tránsito de drogas y criticó la corrupción.

El Departamento de Estado envió ayer al Congreso su informe anual sobre la lucha antidrogas y el lavado de dinero, que sirve de base para determinar en septiembre posibles sanciones para los países que, a juicio de Washington, no cumplen con sus obligaciones, o, por contra, para definir las ayudas a los que sí lo hacen.

En su informe, EEUU recuerda que el presidente Obama determinó en 2010 que Venezuela, por quinto año consecutivo, ha "fracasado manifiestamente" a la hora de adherirse a sus obligaciones bajo los acuerdos internacionales.

Seis meses después, EEUU sigue considerando "inadecuada" la cooperación, que fue suspendida por Venezuela en 2005, aunque insiste en que sigue preparado para ayudar a este país a luchar contra el cada vez mayor flujo de drogas que pasa por su territorio.

Venezuela es un importante país de tránsito de drogas por aire, mar y tierra. La porosa frontera con Colombia, un sistema judicial débil y la cooperación internacional inconsistente generan un ambiente "permisivo y corrupto" que han convertido a esa nación en una de las rutas preferidas para el narcotráfico de Sudamérica hacia el Caribe, Centroamérica, EEUU, Europa y África Oriental, según el informe.

Washington calcula que aproximadamente 250 toneladas de cocaína pasa cada año por territorio venezolano. EEUU también vuelve a denunciar que los grupos armados ilegales, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), estaban relacionados con las organizaciones de narcotraficantes más agresivas y exitosas que transportan la droga a través de Venezuela.