El contralor general de Venezuela, Clodosbaldo Russián, fallecido el lunes en La Habana, fue despedido ayer con honores de Estado en un acto solemne en la Asamblea Nacional en el que se le concedió a título póstumo la Orden del Libertador, la más alta distinción de Venezuela.

Las exequias de Russián estuvieron encabezadas por el vicepresidente, Elías Jaua, al que acompañaron representantes de todos los poderes del Estado así como políticos del oficialismo, amigos y familiares que acudieron al Hemiciclo Protocolar de la Asamblea.

"Desde su juventud, Clodosbaldo Russián supo defender los intereses del pueblo y de la Patria como nos lo mandó nuestro Libertador Simón Bolívar", dijo Jaua al colocar la condecoración de la Orden del Libertador en su primera clase, Gran Cordón, encima del féretro.

Russián, economista y abogado de 72 años, fue ingresado de urgencia el 22 de abril en el Centro Médico Docente La Trinidad donde permaneció algo más de un mes tras sufrir un accidente cerebrovascular.

El 11 de mayo fue trasladado a Cuba para recibir tratamiento y allí permaneció hasta que falleció.

A través de un comunicado, Chávez, convaleciente en Cuba desde el día 10 tras ser sometido a una operación, expresó ayer su "profundo pesar" por la muerte del contralor y envió "en nombre del Gobierno y pueblo venezolano" sus condolencias a los familiares y amigos.