El Ministerio de Relaciones Internacionales de Venezuela tildó hoy de "payasada mediática" las acusaciones del subsecretario de Estado de EE.UU. para Narcóticos y Seguridad, William Brownfield, sobre la supuesta "explosión" del tráfico de drogas a través de este país sudamericano.

Previamente el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en una comunicación en la televisión estatal tildo de "ridículo" a Brownfield, que fue embajador de EE.UU. en Caracas durante tres años hasta 2007, y dijo que autorizó el comunicado emitido por la Cancillería.

"Venezuela rechaza de la manera más contundente las insólitas declaraciones del subsecretario (...) Brownfield, en tanto constituyen una nueva agresión del gobierno de Washington contra el pueblo venezolano, basada en la mentira y la difamación", indicó el Gobierno en el comunicado.

Agregó que "este tipo de agresiones y acusaciones infundadas, constituyen el obstáculo principal para la existencia de relaciones bilaterales normales con los Estados Unidos".

El Gobierno venezolano indicó que ha desarrollado una "política soberana y efectiva de lucha contra el problema mundial de las drogas, a partir del momento en que puso fin a la tutela que en la materia ejercía la agencia estadounidense DEA".

En el comunicado se califica a esa agencia antidrogas como "verdadero cartel del narcotráfico internacional que ha convertido a los Estados Unidos en el país más drogadicto del mundo".

El Gobierno recordó que Venezuela es un país certificado como libre de cultivos ilícitos por las Naciones Unidas y afirmó que "desarrolla la más amplia política de cooperación internacional de lucha contra el narcotráfico con los gobiernos auténticamente interesados en derrotar este mal".

Chávez amenazó en al menos dos ocasiones con expulsar a Brownfield del país por "desestabilizador" durante los casi tres años de labor diplomática del funcionario estadounidense en Venezuela que finalizó en julio de 2007, cuando fue nombrado al frente de la legación estadounidense en Colombia.

En abril de 2006, Brownfield fue recibido a tomatazos por grupos oficialistas cuando visitaba una barriada de Caracas, lo que derivó en un duro intercambio verbal diplomático que incluyó una amenaza de Chávez de expulsar al diplomático estadounidense.

Venezuela y Estados Unidos mantienen las relaciones diplomáticas en uno de sus puntos más bajos y sin embajadores después de que en agosto del año pasado Chávez retirara el plácet a Larry Palmer como jefe de la legación estadounidense en Caracas por unas declaraciones que el Gobierno venezolano consideró inaceptables.

En respuesta a la medida adoptada por Caracas, Washington retiró en diciembre pasado el visado al embajador Bernardo Alvárez, quien fue nombrado posteriormente como jefe de la representación diplomática de Venezuela en España.