Un grupo de mujeres venezolanas que utilizan implantes mamarios de la marca francesa PIP demandó ayer a la compañía y a su distribuidora en Venezuela para que asuman los costos de cambio de esas prótesis, sospechosas de provocar cáncer, informó el abogado de la causa, recogía ayer la edición digital del periódico caraqueño El Universal.

La demanda fue presentada ante un tribunal civil en Caracas contra PIP y la distribuidora Galaxia Médica, "para que cubran el costo de los honorarios médicos y la reposición de las prótesis", según el texto de la demanda leído por el abogado Gilberto Andrea, que representa al grupo de mujeres afectadas, reseñó AFP.

Astrid Medina, una mujer afectada por los implantes franceses de la marca Poly Implant Prothése (PIP), mostraba ayer a la prensa los certificados de dicho producto, mientras el abogado Andrea se reunía con un grupo de mujeres portadoras de los implantes que demandaron a la empresa gala.

En Venezuela, donde cada año se realizan unas 40.000 mamoplastias de aumento de busto, el gobierno anunció que retirará los implantes sin costo a las mujeres que lo soliciten, pero aclaró que "las prótesis no serán reemplazadas", en respuesta al escándalo mundial que estalló en diciembre sobre los potenciales efectos cancerígenos de estos implantes.

A inicios de esta semana, el caso se intensificó después de que se revelara que los implantes contenían un aditivo para carburantes.

PIP, que en 2010 quebró ante reiteradas denuncias de rupturas de sus prótesis, producía 100.000 implantes al año y exportaba casi el 84% de su producción, sobre todo a Sudamérica, España y Gran Bretaña. El Gobierno galo recomendó recientemente retirar "a título preventivo" y "sin carácter de urgencia" los implantes PIP de unas 30.000 mujeres.