Los presidentes de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA) comenzaron ayer su XI cumbre ordinaria acordando la creación de una zona económica del mecanismo, uno de los objetivos que tenían trazados los países miembros para esta reunión, que duró hasta ayer.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, dio por aprobado el acuerdo tras conversar con el resto de presidentes asistentes sobre los pormenores de la denominada ECOALBA, como se denominará la zona económica, que entrará en vigor en un plazo de dos años.

"Lo damos por aprobado y agradezco mucho el trabajo grande que han hecho los cancilleres, los ministros de Economía (...) vamos a trabajar para hacer realidad este acuerdo", dijo el presidente venezolano.

A la reunión asistieron, además, los presidentes de Ecuador, Rafael Correa; Cuba, Raúl Castro; Bolivia, Evo Morales; Nicaragua, Daniel Ortega, y los primeros ministros de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves; Dominica, Roosevelt Skerrit, y Antigua y Barbuda, Baldwin Spencer.

También está presente el presidente de Haití, Michel Martelly, cuyo país se mantendrá como "invitado especial permanente" del mecanismo, y el canciller de Argentina, Héctor Timerman, en agradecimiento al respaldo de la ALBA a la reivindicación argentina sobre las Islas Malvinas.

Durante las discusiones, el presidente venezolano explicó que la creación de ese espacio prevé "el ordenamiento y dinamización de las relaciones económicas de las partes potenciando el encadenamiento productivo y comercial complementario".

"Este acuerdo define los principios económicos que regirán el proceso desarrollo económico compartido bajo la perspectiva de bloque y no como una simple agregación de países individuales, lo que además permitirá su posicionamiento a nivel internacional", continuó al leer el documento consensuado.

El presidente ecuatoriano advirtió no obstante de que "una zona comercial no se establece por decreto" sino que se debe hacer con "voluntad".

En ese sentido, Correa destacó que se deben "buscar intercambios complementarios en mutuo beneficio" y animó a seguir utilizando el Sistema Único de Compensación Regional (Sucre) que permite la transacciones comerciales con un sistema de ajuste interno de monedas sin tener que utilizar una moneda extranjera.

Tanto el Sucre como el Banco del ALBA serían los mecanismos financieros en que se apoyaría el impulso de la integración económica del mecanismo.

Precisamente, Chávez propuso que los países del ALBA depositen un 1 por ciento de sus reservas internacionales al Banco del ALBA, acción que su país dijo estar dispuesto a hacer de inmediato, para que este sea un banco "de verdad" y pueda "financiar proyectos e inversiones".

Por otra parte, Ortega manifestó la predisposición de su país a participar activamente en el sistema de compensación monetaria.

Chávez instaló ayer la cumbre destacando la necesidad de lograr un sistema que permita integrar las economías de los países miembros de manera coordinada para avanzar más en ese ámbito.