El gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, considera que las primarias opositoras están cantadas a su favor y defiende para Venezuela el modelo brasileño aplicado por el exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva en contraposición al socialismo del presidente Hugo Chávez.

"Aquí el reto, lo que está frente a nosotros, es o el país que tenemos, de la violencia, del atraso, de no avanzar, o el camino del progreso. Chávez plantea el camino del socialismo, yo planteo el camino del progreso", indica Capriles (Caracas, 1972).

Capriles, nieto de judíos que estuvieron en el gueto de Varsovia, dice que su preocupación es que la gente acuda a las primarias del domingo próximo, en las que los militantes y simpatizantes de los partidos opositores agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) elegirán, entre cinco candidatos, al rival de Chávez en las presidenciales de octubre.

Tras señalar que su trayectoria política le avala y rechazar las etiquetas políticas, confiesa que cree en el modelo que encabezó Lula en Brasil.

"Soy un seguidor de lo que ha sido el modelo brasilero porque considero que el modelo brasilero, sexta economía del mundo, le ha permitido a Brasil sacar 30 millones de brasileros de la pobreza, pero además generar una economía que no es el Estado dando dinero sino es el Estado siendo un orientador, un promotor", dijo.

"Otra realidad política"

Asegura que el día 12 "va a ir mucha gente a votar", y manifiesta que un resultado "óptimo" sería una participación por encima de 2 millones de personas, de un padrón que supera los 18 millones.

En su opinión, el día 13 va a haber "otra realidad política en el país, totalmente. Vas a tener un solo liderazgo", agrega y señala: "En el venezolano hay una valoración muy importante de liderazgo, esto es una elección de liderazgo".

No teme a Chávez y asegura que su campaña para las elecciones presidenciales del 7 de octubre será "de burro cansado contra burro enérgico".

"Del Chávez de sus inicios al Chávez de hoy hay una diferencia abismal; hoy es la persona que quiere mantenerse en el poder, aferrado al poder, no le interesa el país, le interesa su proyecto".

Cuando se le pregunta por los errores de Chávez, responde: "podemos estar aquí largo rato", y cita la violencia que se vive en el país, el empleo, la inflación del 27%, la falta de inversión y lo que considera una economía estancada que crece únicamente por el gasto público. "Después de muchos años en el poder las cosas no funcionan", señala.

No obstante, no tiene problema en reconocerle a Chávez como "punto positivo" de su gestión el introducir el tema social en la agenda política venezolana.

"Hay que decirlo sin ningún tipo de complejo: poner el tema social en el primer lugar, porque ahí es donde yo no reivindico el pasado; algunos se molestan cuando digo estas cosas", indicó.

"Cuando tú te subes a un cerro de Caracas y tú ves a tu alrededor, tú dices: ¿Cómo Venezuela llegó a esto? (...) Chávez entró a reconocer, a darle fuerza al tema, ponerlo en el primer lugar, hacerles entender a los venezolanos que tienen recursos que existe algo que se llama responsabilidad social".

Con el mérito de haber derrotado en el estado Miranda a Diosdado Cabello, considerado delfín de Chávez, Capriles recuerda que su gestión lo avala que en 2008 ganó al oficialismo por 90.000 votos y en las parlamentarias del 2010 fueron más de 200.000.