Un millón de personas que residen en el noreste de Venezuela no tendrán agua hasta final de mes debido al derrame de crudo que el día 4 contaminó un río y que ha sido ya controlado, informaron ayer las autoridades.

El vertido de unos 80.000 barriles de petróleo "afectó notablemente" a los habitantes de la zona urbana y rural próxima al río Guarapiche donde se registró el derrame, dijo a los periodistas Gabriela Yánez, presidenta de la entidad estatal Aguas de Monagas encargada del suministro del servicio en ese estado.

"Ya llevamos 11 días en esta situación y estimamos 11 ó 12 días más de contingencia", declaró Yánez tras destacar que está previsto que ya entre en la tubería principal de Maturín, capital del estado Monagas, agua tratada procedente de otros afluentes de la región.

Ese abastecimiento "reduce bastante el problema", que se trata de solucionar adicionalmente con camiones cisterna.

"Es la primera vez que ocurre una contingencia de esta magnitud; la afectación es importante y para quienes vivimos aquí es una situación delicada", incluidos los agricultores, y sin contar la "afectación de la fauna acuática", añadió Yánez.

La estatal Petróleo de Venezuela SA (Pdvsa) "tiene una plan de saneamiento para levantar todas esas trazas de petróleo que quedaron sobre las laderas y el fondo del río, de modo que podamos garantizar agua de calidad", dijo la encargada de la empresa suministradora.

Emergencia regional

El gobernador de Monagas, José Gregorio Briceño, decretó el viernes el estado de emergencia regional tras verificar que las labores de saneamiento de la principal fuente de agua potable de la región tomarían más tiempo del previsto.

El diputado Jesús Domínguez, que sobrevoló el Guarapiche junto a Briceño, declaró que empleados de Pdvsa le aseguraron que un 90% del petróleo vertido por una tubería colapsada ha sido recogido. Además del impacto en el abastecimiento de agua potable, "evidentemente" los daños alcanzan al ecosistema regional y "no lo podemos subsanar a corto plazo".

El ministro del Ambiente, Alejandro Hitcher, dijo el domingo que no existía "desastre ambiental" y que el 90% del crudo derramado estaba entonces "confinado en las barreras de contención" de Pdvsa.

"Este tipo de accidentes pueden ocurrir en un país que tiene la inmensa ventaja de tener una gran riqueza petrolera cursando con un ecosistema de altísimo nivel de biodiversidad", dijo Hitcher, y agregó que gracias a que Venezuela cuenta con buena tecnología de recogida de derrames se evitó un mayor impacto ambiental.