El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, propuso ayer que su país se retire "de la tristemente célebre Comisión Interamericana de Derechos Humanos" (CIDH) y para ello pidió que se reúna el Consejo de Estado y evalúe el asunto.

"Ya basta. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo nosotros vamos a estar con esa espada de Damocles?", afirmó Chávez durante una intervención transmitida en cadena obligatoria de radio y televisión.

"Como jefe del Estado lo primero que le voy a pedir a este Consejo de Estado es el estudio y la recomendación al jefe del Estado para retirarnos de inmediato de la tristemente célebre Comisión Interamericana de Derechos Humanos", sentenció.

Al respecto, subrayó que "el primer país que desconoce" la CIDH "son los Estados Unidos", que, además, "funciona en Washington". "Es un mecanismo que usa Estados Unidos contra nosotros", puntualizó el mandatario al referirse al ente de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Chávez pidió a su vicepresidente, Elías Jaua, que se acelere la instalación del Consejo de Estado, organismo que se encarga de recomendar políticas de interés nacional al jefe de Estado, para que en los "próximos días ni siquiera semanas" le "dé una recomendación bien sustentada".

El gobernante venezolano aseguró que ese "documento para la historia" que emitirá el Consejo lo enviará a los "Gobiernos del mundo", para exponer las razones de la retirada de su país del organismo interamericano.

"Bastantes razones tenemos, bastantes, desde hace mucho tiempo", añadió Chávez, quien argumentó que Venezuela tiene que "seguir reivindicando y construyendo la plena independencia nacional".

El pasado 27 de marzo, Venezuela arremetió contra la CIDH por su supuesta "parcialidad" en lo referente a su país, y advirtió de que se plantea abandonarla si no cesa en sus "denuncias infundadas".

El representante venezolano para los derechos humanos, Germán Saltrón, afirmó en una audiencia ante la CIDH que la comisión está "totalmente parcializada en contra de Venezuela", al tiempo que la acusó de atentar contra la soberanía del país en sus dictámenes de condena a la situación de derechos humanos.

"Si esta situación no mejora, nos van a poner en la necesidad de tener que denunciar a la Convención Interamericana, porque nos están poniendo entre la espada y la pared", dijo Saltrón.

La denuncia de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, firmada en 1969, es un paso previo necesario para abandonar la CIDH, porque es el texto legal que concede autoridad al organismo para proteger los derechos humanos en toda América.