El Parlamento unicameral de Venezuela aprobó ayer un nuevo permiso para que el presidente del país, Hugo Chávez, siga en Cuba con el tratamiento contra el cáncer que padece y que se le diagnosticó en Cuba en junio de 2011.

"Vaya tranquilo, comandante. Aquí seguiremos con usted, apoyándolo en todo lo que necesite. Aprobado y autorizado el presidente Chávez para que siga haciéndose su tratamiento médico en nombre de la patria", declaró el presidente de la Asamblea Nacional, el oficialista Diosdado Cabello, tras la votación a mano alzada.

Pese a ser uno de quienes aprobaron el permiso para que el gobernante permanezca en la isla el tiempo que estime conveniente, el diputado opositor Ismael García exigió el nombramiento de una junta médica "para que el país se entere" del verdadero alcance de su enfermedad.

Agregó que "todos los días se echa un cuento distinto" sobre el mal que sufre el presidente venezolano, y del que sólo se ha informado de que se trata de un cáncer en la zona pélvica aunque no de su emplazamiento exacto ni del alcance de su gravedad.

En ese sentido, dijo que el país "está sometido a un permanentemente estrés" por la salud de Chávez, quien debería "respetar" a Venezuela y autorizar que se nombre la junta médica.

Quejas a la oposición

La sesión concluyó entre gritos de los diputados de la mayoría oficialista contra sus colegas de la bancada opositora, entre los que destacó: "Allá están esos son los que joden la nación".

"Pídanle perdón a Chávez y al pueblo", les recriminó a su vez la diputada oficialista María León tras sostener que le daba "pena" que en la oposición existieran diputados que se abstienen de votar o lo hacen de manera condicionada.

Previamente, el mandatario había informado de que regresaría en las próximas horas a La Habana para cumplir la etapa final del tratamiento de radioterapia, en un mensaje que finalizó muy emocionado.

"Debo volver a nuestra querida Cuba a continuar la recta final de este tratamiento con una gran fe, cada día más grande", comentó en un acto público con representantes de varios poderes del Estado en el Palacio de Miraflores.

Chávez mostró el Cristo que llevaba el 11 de abril de 2002 cuando se produjo el fallido golpe de Estado e indicó que entonces "ocurrió un milagro".

"Estoy seguro de que nuestro Cristo repetirá o continuará haciendo el milagro", aseveró, al asegurar que se va con esa "fe infinita".