La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó ayer su preocupación por los recientes incidentes de la Casa de Reeducación, Rehabilitación e Internado Judicial El Paraíso -más conocida como cárcel de La Planta y ubicada en el centro de Caracas-, en los que murieron al menos dos personas, y pidió al Gobierno de Venezuela que "investigue estos hechos, sancione a los responsables de la entrada de armas en el centro penitenciario, informe sobre el traslado de presos a otros centros penales y garantice la vida e integridad de los reclusos trasladados".

De acuerdo con la información en poder de la CIDH, entre los pasados 27 de abril y 17 de mayo se registró una "grave" tensión entre los reclusos de la cárcel de La Planta, "que tenían en su poder un contingente de armas de fuego y municiones", y los cuerpos de seguridad del Estado.

A su juicio, "el hecho de que la población reclusa de La Planta se encontrara armada, que dicho centro penal estuviera superpoblado, y que estuviera ubicado en una zona de Caracas densamente poblada, provocó una grave crisis de seguridad en esa ciudad durante más de tres semanas", añadió.

Entre tanto, el informe anual sobre los derechos humanos en el mundo de Amnistía Internacional presentado ayer en Londres, sostiene que 2011 la "violencia delictiva y policial siguió siendo un problema grave en Venezuela" y la mayoría de los "abusos" atribuidos a la policía "no se investigó debidamente".

La organización humanitaria agrega que "se siguieron formulando cargos por motivos políticos contra detractores del Gobierno", que las condiciones del sistema penitenciario son de "hacinamiento extremo" y que hubo "amenazas" contra los defensores de los derechos humanos.