El Gobierno venezolano inició ayer la demolición de la cárcel La Planta, ubicada en el corazón de Caracas y que fue cerrada en mayo pasado después de una rebelión que dejó un muerto y tres heridos, y anunció que construirá en su lugar un parque.

La ministra del Servicio Penitenciario, Iris Varela, anunció, en las inmediaciones del antiguo retén, que "se empieza a construir la vida", un "parque comunal", en el solar que ocupaba la cárcel de La Planta.

El motín en La Planta comenzó a finales de abril tras la decisión del Gobierno de cerrar la penitenciaría por no contar con las condiciones mínimas para albergar reclusos, en una decisión que rechazaron los presos.

Tras tres semanas de una rebelión que causó un muerto y tres heridos leves entre los habitantes de las viviendas cercanas al penal, según las autoridades, el Gobierno venezolano terminó de dominar el 19 de mayo a los 1.693 presos de La Planta.

Cárcel de Yare

Entretanto, la ministra se negó ayer a responder preguntas con respecto a la cárcel de Yare, a unos 70 kilómetros al sur de Caracas, donde 26 personas murieron y 43 quedaron heridas en una reyerta que tuvo lugar el 19 de agosto y que fue una de las más graves de los últimos años.

El sistema penitenciario venezolano se encuentra sumido en una profunda crisis donde son habituales los enfrentamientos que se saldan con muertos en su interior.

El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) contó 304 muertos y 527 heridos en las 35 prisiones venezolanas durante el primer semestre del año, un aumento del 15 % en relación a 2011.