El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, indicó ayer que si la oposición gana las elecciones del próximo 7 de octubre, en las que aspira a una tercera reelección consecutiva, "quizá no (se desencadene) una guerra civil", pero el país entraría en una crisis política, económica y social.

Chávez aludió a unas declaraciones del exgobernador de Anzoátegui, David de Lima, exaliado del chavismo y actualmente político independiente, quien recientemente dijo que la aplicación del plan de Gobierno opositor abriría la "puerta para una guerra civil" en Venezuela.

"Él estaba hablando en televisión diciendo que si este plan se aplicaba aquí, generaría una guerra civil, decía él, se desestabilizaría el país de inmediato. Y él tiene razón, quizás no una guerra civil, pero entraríamos en otra crisis, política económica, social", señaló el gobernante.

"Y Venezuela se hundiría de nuevo y yo creo que sería peor. Ocurrirían cosas peores de las que ocurrieron en los ochenta y en los noventa, décadas catastróficas para el pueblo venezolano", enfatizó Chávez en un contacto telefónico con la televisión estatal.

El mandatario comparó el programa de Gobierno de su rival, Henrique Capriles, con el del candidato presidencial republicano de Estados Unidos, Mitt Romney.

"Cuidado si el programa de Gobierno del candidato republicano de extrema derecha gringa se queda corto ante este programa fascista", consideró.

El próximo 7 de octubre, los venezolanos deberán elegir a su presidente para el periodo 2013-2019 entre siete candidatos encabezados por Chávez, de 58 años y en el poder desde 1999, y Capriles, exgobernador y abogado de 40 años.

Marcha de Capriles

Por otro lado, partidarios del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, irrumpieron el sábado en una marcha organizada por el candidato de la oposición, Henrique Capriles, que transcurría por la localidad de Tocuyito, en el estado de Carabobo, y se han enfrentado con los asistentes.

Capriles censuró esta "señal de miedo y debilidad" de Chávez y culpó a los seguidores del presidente de desatar enfrentamientos.

No es la primera ocasión que seguidores chavistas interrumpen o boicotean una de las tradicionales marchas de Carpiles.