El empresario Alejo Tabares, nacido en la villa de Mazo (La Palma) y afincado desde hace años en Venezuela, fue asesinado a tiros el pasado lunes por varios individuos en la localidad de Los Teques, en el estado de Miranda, donde regentaba una ferretería.

Existen diversas versiones sobre las circunstancias de la muerte de Tabares, que tenía cerca de 70 años, ya que, mientras que distintas fuentes policiales hablan de un intento fallido de secuestro exprés, un portavoz de la familia aseveró a EL DÍA que los hechos se produjeron cuando la víctima acababa de salir de una sucursal bancaria en una céntrica calle de la ciudad donde había extraído una importante cantidad de dinero y un grupo de delincuentes que le había seguido intentó robarle.

En lo que sí coinciden todas las fuentes es en que el empresario se percató de que lo seguían y trató de esconderse, aunque finalmente fue abatido por varios impactos de bala.

En concreto, según la edición digital del diario El Universal, Tabares fue abordado por dos personas motorizadas, momento en el cual intentó entrar en la sede del Instituto Postal Telegráfico de Venezuela (Ipostel), un local que, según el rotativo, también era de su propiedad, aunque antes de lograrlo fue alcanzado por cuatro disparos que le costaron la vida, pese al auxilio que le prestaron diversos agentes de la Policía Local. Además, agrega que, a pesar del operativo de seguimiento activado por las fuerzas de seguridad, los criminales lograron darse a la fuga.

En declaraciones a la emisora Canarias Radio, otro miembro de la familia señaló que se desconoce si Tabares había recibido "algún tipo de amenaza previa" y que su asesinato se produjo a pesar de que él "siempre tenía mucha precaución".

Al parecer, "a pesar de que tenía la posibilidad de regresar a su tierra natal a vivir, prefería mantenerse en Venezuela". Asimismo, mantenía contacto con Canarias, en especial con Tenerife, donde actualmente reside una hija suya, a la que visitaba con frecuencia.