El funcionamiento del sistema interamericano ha causado "un nivel de insatisfacción diseminado" en varios países de América Latina y debe ser revisado, según afirma el canciller brasileño, Antonio Patriota, en una entrevista publicada ayer por el diario O Estado de Sao Paulo, por lo que comprende la decisión tomada por Venezuela de salirse de ese organismo.

Patriota indicó que Brasil "comparte esa insatisfacción", sobre todo por la forma en que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) "trató la cuestión de Belo Monte", una gran hidroeléctrica en la Amazonía que ese organismo ordenó paralizar por su impacto sobre las poblaciones indígenas.

No obstante, aseguró que, entre otros países y además de Brasil, "Colombia está insatisfecha, y Perú y Venezuela también", lo que se comprueba con la decisión del Gobierno venezolano de abandonar la CIDH.

"La salida de Venezuela de la corte interamericana es producto de una decisión soberana" que Brasil no comenta, indicó Patriota, quien sin embargo subrayó que "el grado de insatisfacción es manifiesto" en varios países latinoamericanos.

Según el ministro, el proceso de revisión del funcionamiento de las entidades de la Organización de Estados Americanos (OEA), que comenzó tras su última Asamblea General, supone "un momento para la reflexión" y el análisis "de posibles deficiencias y fallos".

Patriota dijo estar convencido de que ese proceso permitirá que el sistema interamericano "sea más previsible y legítimo", y hará "menos arbitrario" y "más claro" el funcionamiento de la CIDH.

El ministro tampoco descartó la posibilidad de que pueda crearse un organismo regional de derechos humanos, en paralelo a los mecanismos que ya existen en la OEA.