El juez José Antonio Vázquez Taín, instructor del caso por el robo del Códice Calixtino, ha rechazado cualquier atisbo de "oportunismo" durante la presentación hoy de su novela "Santiago. La leyenda del santo oculto".

Vázquez Taín, que ha llevado las investigaciones por el robo del manuscrito del siglo XII y la instrucción del caso, afirmó: "Oportunismo, no; necesidad".

"Me pregunto hasta dónde va a llegar el tratar de hurgar en algo. Todo esto pasará y lo que tiene que quedar es el mito, y es un mito real", afirmó.

"Hablar de una anécdota me parecía que era hacer un daño irreparable", apostilló.

El escritor afirmó que se le "vulgariza" cuando la gente sostiene que "el juez Taín sólo puede escribir sobre el Códice Calixtino. ¿Es que sólo llevé este caso?; tengo quince años de experiencia", dijo quien durante muchos años ha combatido como juez el narcotráfico.

De hecho, explicó que en la trama de su primera novela "hay gotas de otros muchos asuntos que investigué antes y que me aportan la experiencia con la que hoy me puedo presentar".

"En esa trama no busquéis un reflejo. Al lector le digo que disfrute de la trama, que se divierta. Si se busca el morbo, a lo mejor no va a disfrutar tanto", comentó.

La novela con la que el juez Vázquez Taín se estrena como escritor recrea el mito del Apóstol Santiago y el descubrimiento de su sepulcro.

La investigación iniciada a raíz de la desaparición del Códice Calixtino por parte de un extrabajador de la catedral que se confesó autor del robo, permitió al escritor "pisar" lugares que había estudiado documentalmente y conocer a profesionales que trabajaron en el caso.

"Durante la investigación del Códice avancé mucho más en la trama del siglo noveno y realmente la sentí casi como culminada, como que empujaba dentro de mí para que la volcara en un papel y la sacara adelante", aseguró.

Reconoció que la "primera coma" del libro "no se puso hasta que el asunto estaba terminado". "Al contrario -dijo-, durante ese año no puse una coma porque no quería interferir. Cuando trabajaba como instructor trabajaba como instructor, y cuando me puse a escribir me puse a escribir", dijo Taín, quien trató en todo momento de que estas dos cualidades se mantuviesen separadas.

En otro instante de su intervención aseguró que cualquier alusión al robo del Códice por parte de un grupo organizado, parte de la trama, es "todo ficción".

"Necesitaba que hubiera una conexión entre el siglo noveno y lo de ahora, es que si no tiene un buen final no recomendaría empezar el libro. Cuando una novela histórica tiene una buena trama, un planteamiento subyugante y al llegar al último capítulo te decepciona... He tratado de que el final fuera lo suficientemente emocionante como para justificar los 32 capítulos anteriores, y por eso me he inventado otra cosa totalmente distinta", indicó.

Al ser preguntado el juez Taín sobre la posibilidad de verlo algún día en un plató de televisión, al tratarse el robo del Códice Calixtino de un tema apetecible para determinados programas, contestó: "Yo soy un profesional".

"Tengo no sé si una profesión o dos. Lo que no voy a hacer es un libro que ponga en riesgo mi profesión. Soy vocacional, amo la profesión que hago por muchos motivos, y la conozco", aseguró.

A la pregunta de si considera que la Iglesia pueda sentirse incomodada con su primera novela, el magistrado afirmó que el Arzobispado de Santiago "o escribí mal la novela o se sentirá halagado".

"Lo que no voy a hacer es publicidad. He intentado ser respetuoso pero realista. Yo no puedo decir que todos los curas llevan alas y son santos, pero puedo decir que son humanos. He tratado de ser muy sensible", apostilló.

Vázquez Taín consideró que era el momento de publicar un libro que "ensalce" el mito de Santiago Apóstol, y no "sacar un libro de sexo y guerra de sotanas".

"Parte de la curia lo ha leído, y los que lo han leído no han visto eso. Hay más sexo en ''El nombre de la rosa'', pero a nadie se le ocurre describir este libro como que la Iglesia obtiene sexo a cambio de mendrugos de pan", dijo.