Mejorar el medio ambiente y fomentar el reciclaje son algunos de los objetivos del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno de Envases (SDDR), que la Fundación Global Nature propone que se instale en Canarias, territorio limitado y sometido a toneladas de residuos diarias, destacó en una entrevista con este periódico el director de la organización en el Archipiélago, Juan Antonio Rodríguez. Es un método similar al de los años 80 de devolución de envases de bebidas, para recuperar el dinero que se había pagado por él.

¿Cómo funciona este sistema?

Consiste en dar un valor económico a los envases que utilizamos (botellas de plástico, latas y botellas de cristal). Al devolver el envase en cualquier punto de venta se recuperará ese dinero. Con este método, se obtienen unos ratios altísimos de recuperación de todas las materias primas que componen los envases, con una calidad excelente que permite su reutilización o reciclaje en las mejores condiciones.

¿Qué beneficios implica este método?

La reducción directa de producción de nuevos envases, menor importación de materias primas, reducción del gasto de energía en su producción, descenso de la generación de CO2 y metales pesados, solventar el problema de espacio en los vertederos e incineradoras y la desaparición de envases en las vías públicas, playas y campos son solo algunas de las ventajas del retorno, que también repercutirían en el turismo. Se produciría también un notable abaratamiento del coste de los sistemas de gestión de residuos municipales y se crearía empleo.

¿Funcionaría este sistema entre el turismo que visita las Islas?

Recibimos entre 10 y 12 millones de turistas, muchos de los cuales están acostumbrados a este sistema en su país de origen, por lo que no sería una práctica desconocida para ellos. Además, beneficiaría a nuestra imagen para atraer más visitantes. Un ejemplo es Hawaii, que estableció este sistema en 2005 conocedores de que desaparecerían todas las latas y botellas antes tiradas y olvidadas en playas o espacios naturales, y fue un éxito, pues está considerado un lugar paradisíaco.

¿Por qué han pensado en Canarias como la primera comunidad autónoma española para instalar este sistema?

Canarias está considerado el territorio con la mayor biodiversidad de la Unión Europea; es frágil, singular, diverso y escaso. Las toneladas diarias de residuos que llegan a los vertederos en el Archipiélago es insostenible, aún a pesar del enorme esfuerzo que realizan las administraciones con medidas dirigidas a minimizar ese impacto. Ya no es cuestión de si reciclar bien o separar en casa, sino del modelo que utilizamos.

¿Qué representa esto frente al Sistema Integrado de Gestión (SIG) que opera en España con contenedores de colores para separación de residuos?

Consideramos que el SIG ha cumplido su función, pero no ha llegado a un óptimo de eficacia y penetración en los hábitos sociales, siendo insuficiente y perjudicial para un proyecto de sostenibilidad en Canarias. Se trata de complementarlo y mejorarlo, buscando un sistema más acorde con la evolución de la sociedad, más simple, barato, eficiente energéticamente y justo.

Si este sistema es tan beneficioso, ¿por qué no está ya establecido?

Porque ha habido que llegar hasta aquí y realizar muchas experiencias que demuestran la eficacia de aquel sistema que usábamos hace décadas. La modernidad actual ha cambiado nuestros usos y costumbres frente a los envases, acostumbrados al usar y tirar. Estamos en una sociedad en la que se ha impuesto el envasado, todo lo adquirimos envuelto en embalajes de plástico y otros derivados del petróleo. La cantidad de envases ahora es muy superior y todo ese material tenemos la obligación de recuperarlo para evitar que vaya a los vertederos. Un SDDR moderno ahora tiene más sentido que nunca al utilizar sistemas de recogida muy avanzados y siendo excelente la calidad del material recuperado.

¿Dónde funciona el sistema y qué continuidad ha tenido?

En la actualidad, hay 40 países o regiones del mundo occidental donde se ha establecido un sistema SDDR empezando por California o Canadá en los 90, hasta Alemania en 2003. En todos los países donde se ha implantado el Sistema de Depósito, sigue vigente funcionando con éxito, y en muchos casos viene a complementar a varios Sistemas Integrados de Gestión (SIG) previamente establecidos. Con ello se ha conseguido que los índices de reutilización y reciclado hayan subido hasta llegar prácticamente a la totalidad del mercado. Un ejemplo de esto es Alemania, que tiene un 98,5 por ciento de tasa de devolución de envases y, por lo tanto, de reutilización y reciclado.