El Museo de Bellas Artes de Bilbao expone desde hoy la última obra del pintor donostiarra Ramón Zuriarrain, caracterizada por un estilo controlado de colores frescos, claros, como el azul, verde, amarillo y rosa.

Zuriarrain (San Sebastián, 1948) pertenece a la generación surgida en la escena artística vasca en los años setenta, interesada por el panorama internacional y los cambios introducidos por el surrealismo, la abstracción lírica, el arte pop y la nueva figuración.

Como recordaba hoy Javier Viar, director del museo bilbaíno, ha sido una generación acusada de desinteresarse de la realidad, de "cosmopolita", en contraposición a la generación anterior, la de Chillida y Oteiza, enraizada en lo vasco.

"Creo que la generación de Zuriarrain mira la realidad con otros ojos, con más ironía y humor", ha dicho hoy Viar.

Un humor que se puede percibir en varias de las obras expuestas, que hacen sonreír al espectador, como el matrimonio de los señores patata y huevo, un retrato de una pareja entrelazada en la que las caras han sido sustituidas por estos alimentos.

Humor hasta en el título: la exposición se denomina "Miss mundos" porque "con una ese más quedaba más salado", ha contestado hoy el autor.

En total se contemplan 78 obras: 44 óleos, de los cuales una docena son obras de gran formato, 33 acuarelas y un escultura.

Hay algunas obras antiguas, (1992) como dos óleos "Cuadra de Zaldin Berri" y otra sin título, negras, que permiten observar el contrapunto con su obra posterior de colores claros y frescos.

La mayoría de las pinturas de la muestra han sido creadas en la última década, incluso en el último año.

En ellas se aprecia la oscilación del autor entre la figuración y la abstracción. La mayoría de los cuadros son abstractos, de formas curvas, de gran fuerza expresiva, como el espacio azul, abisal, que se ve al comienzo de la muestra.

Pero en muchos cuadros introduce elementos figurativos, como personas, animales, coches, que sirven de contrapunto y añaden vivacidad a la escena, como el niño con un cazamariposas que anda por un bosque, cuadro llevado a la portada del catálogo de la exposición.

Capítulo aparte merecen sus "caprichos", como "Dónde andas Ramón", en el que el propio artista se representa como un niño eterno, o las acuarelas que pintó durante su estancia en El Cairo en el año 2011, en plena revolución egipcia, cuando incluso fue detenido.

Todos ellos se caracterizan por una cuidada ejecución a través del gesto, el movimiento y el color; gracias al patrocinio de BBK Fundazioa, se podrán contemplar en la sala 33 del museo bilbaíno hasta el dos de junio.