Mariana del Pino Cabrera tiene 77 años y vive sola en compañía de sus dos perros y varios pájaros. Su soledad y miedo a que le pueda ocurrir algo y nadie la ayude dejó de existir cuando se convirtió en usuaria del Servicio de Teleasistencia domiciliaria que presta Cruz Roja en la provincia tinerfeña.

Pero fue hace unos meses cuando su ánimo cambió a mejor con la llegada a su vida de Susana Fuentes, la voluntaria de la entidad que cada semana acude a su casa a visitarla para hacerle compañía y la acompaña a hacer los recados diarios e incluso al médico.

"Susana me aporta seguridad y compañía. Vivo sola, y en poco tiempo Susana ya sabe casi toda mi vida; me escucha y anima, y me ayudó y me dio tranquilidad cuando hace unas semanas me operaron de cataratas", explica.

Pero aunque las visitas de Susana no son diarias, Mariana se siente tranquila porque "sé que si me ocurre algo solo pulsando un botón alguien vendrá a ayudarme", destaca.

Y es que ser independientes durante más tiempo en sus propios hogares, ofreciéndoles protección, seguridad ante riesgos y disminución del aislamiento social es el objetivo de este servicio de Cruz Roja, del cual hicieron uso el año pasado a 6.710 personas mayores en Canarias, la mayoría mujeres. Del total, 2.926 se encontraba en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.

El servicio, que funciona 24 horas y todos los días del año, consiste en instalar un equipo telefónico e informático en el domicilio del usuario, quien siempre lleva encima un colgante con un pequeño mando que con pulsar el botón permite que el usuario se comunique a través de un teléfono manos libres con el Centro de Asistencia ante cualquier emergencia sanitaria o demanda social derivada de una situación de soledad.

Este último estado es muy frecuente entre las personas mayores que pasan mucho tiempo sin compañía o no conviven con alguien. Por ello, Cruz Roja incorpora en este servicio el programa de soledad, que consiste en que los usuarios, ante esta situación, pueden llamar a la central para conversar por teléfono con el personal de la entidad.

"Cuando uno de nuestros usuarios atraviesa un momentos de soledad, depresión o ansiedad, poder hablar con alguien, aunque sea por teléfono, les aporta compañía, así como una sensación de tranquilidad, seguridad y protección", señala Ailbhe Carracedo, responsable del Programa de Personas Mayores de Cruz Roja en la provincia tinerfeña.

Además del seguimiento continuado desde la Central de Asistencia, el proyecto se complementa con visitas a los domicilios de los mayores llevadas a cabo por el voluntariado de la institución, como el caso de Susana Fuentes, así como de personal técnico para conocer la situación de la persona y anticiparse a situaciones de riesgo.

Los voluntarios, bajo la premisa de que "son una ayuda y no familiares que deberían estar durante todo el día", acuerdan con el usuario la cantidad de veces que lo visitarán a la semana y el tiempo. En ocasiones las visitas son solo acompañamiento en casa, y en otras se complementan con acompañar al usuario "a la farmacia, al supermercado o la plaza del barrio, pues en algunos casos y llegados a cierta edad a los mayores les da miedo salir solos por si les ocurre algo o se pierden", señala la responsable del Programa de Personas Mayores.

Cabe señalar que pese a estar establecido con anterioridad, si a la persona mayor le surge algún compromiso como una visita al médico o algún inconveniente, de común acuerdo cambian esa visita", explica Ailbhe Carracedo, quien además destaca "el efecto positivo que tiene en los mayores este acompañamiento de los voluntarios".

De forma paralela al seguimiento mediante al dispositivo telefónico y las visitas de los voluntarios, Cruz Roja ofrece los mayores diversas actividades y cursos formativos, como pintura, tai chi o, incluso, el taller "Ponte guapa" en sus sedes.

El objetivo de estas iniciativas es propiciar un envejecimiento activo y más saludable en los mayores, para que esta sea la protagonista de su propia vida.

Además, la entidad para que los mayores dependientes (en silla de ruedas, con muletas...) puedan participar en actividades fuera del domicilio utiliza sus transporte adaptados los fines de semana para recogerlos en sus domicilios.

Las personas interesadas en recibir este servicio, que tiene el Certificación de Calidad Aenor, pueden llamar al teléfono 922 20 56 85/922 28 29 24 o acudir a cualquier sede de Cruz Roja.