Nuestra Señora de las Angustias o "la Virgen Republicana" es una talla del escultor tinerfeño Miguel Arroyo que, según unos, utilizó de modelo a la hija que llevaba el mismo nombre en honor de la venerada; según otros, eso no fue así porque fue un clérigo que se secularizó, casó y tuvo tres hijas.

Esta imagen se venera en la parroquia de Nuestra Señora del Pilar, desde la que partió, a mediodía de ayer, en procesión por las calles Suárez Guerra, Emilio Calzadilla, San Francisco, Castillo, Valentín Sanz y retorno al Pilar.

Esta procesión está considerada como la que concentra más devoción y protagonismo en Santa Cruz, señalada como "uno de los desfiles de corte antiguo más emblemáticos de la Semana Santa en la ciudad".

Efectivos de la Policía Local con el atuendo de gala custodiaron la imagen, como es tradicional, mientras una representación de la Corporación municipal y de otras administraciones acompañaron la imagen durante un recorrido que también hizo la Banda de Música.

La "Virgen Republicana" tiene ese sobrenombre porque, al parecer, fue la única imagen que salió en procesión una vez fue proclamada la República en 1931, hecho que se produjo pese a la prohibición existente.

La historia sitúa esta "Procesión de los republicanos" en el hecho de que el entonces alcalde accidental de la ciudad, Emilio Calzadilla, pagó de su salario a la Banda de Música para que participara en la procesión. Además, la formación musical optó por hacer una adaptación procesional e interpretar durante el recorrido la obra "Adiós a la vida", de la ópera Tosca, cuyo autor, Puccini, era el preferido del regente santacrucero.

Nuestra Señora de las Angustias estuvo acompañada ayer por muchos fieles en este momento tradicional de la Semana Santa de Santa Cruz.

Por la noche, a partir de las 20:00 horas, la ciudad vivió la procesión magna del Santo Entierro, que volvió a ser el momento de silencio y de emotividad más representativo de estas fechas. La imagen del Santo Entierro estuvo acompañada por el resto de los pasos procesionales en gran parte del recorrido, desde la calle Castillo hasta el retorno a la parroquia matriz de la Concepción después de llegar hasta la calle El Pilar y Teobaldo Power.