El papa Francisco presidió ayer en el Coliseo de Roma el primer Vía Crucis de su pontificado, en el que dijo que la Cruz de Jesús es la "palabra" con la que Dios ha respondido al mal del mundo y que los cristianos tienen que responder al mal con el bien. Ante varias decenas de miles de personas que acudieron al Coliseo romano para el sugestivo rito, el pontífice manifestó que no quería añadir muchas palabras, "ya que en esta noche debe permanecer sólo una palabra, que es la Cruz".

"La Cruz de Jesús es la palabra con la que Dios ha respondido al mal del mundo. A veces nos parece que Dios no responde al mal, que permanece en silencio. En realidad ha hablado, ha respondido y su respuesta es la Cruz de Cristo", afirmó el papa Bergoglio.

El pontífice subrayó que la Cruz es amor, misericordia, perdón y juicio.

"Dios nos juzga amándonos, si acojo su amor estoy salvado, si lo rechazo me condeno, no por él, sino por mí mismo, porque Dios no condena, Él sólo ama y salva. No olvidéis esto", dijo.

El papa argentino manifestó también que la Cruz es asimismo la respuesta de los cristianos al mal que sigue actuando en nosotros y a nuestro alrededor y que los seguidores de Jesús deben responder al mal con el bien, tomando sobre sí la Cruz, como Jesús".

El pontífice destacó que las meditaciones de las 14 estaciones del Vía Crucis fueron escritas por jóvenes libaneses y les agradeció "el testimonio" que dan.

"Lo hemos visto cuando el papa Benedicto fue al Líbano el año pasado, hemos visto la belleza y la fuerza de la unidad de los cristianos de aquella Tierra y de la amistad de tantos hermanos musulmanes y muchos otros. Es un signo de esperanza para Oriente Medio y para el mundo entero", insistió el Obispo de Roma.

El Vía Crucis discurrió por el interior del Coliseo continuó por delante del Arco de Trajano y concluyó en la colina del Palatino, desde donde lo presidió el papa.

La cruz fue portada por el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, por una familia italiana y otra india, por un enfermo y varios voluntarios y por dos seminaristas chinos.

También lo portaron dos frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, un religioso de origen nigeriano y otro libanés y dos jóvenes de Brasil, donde se celebrará la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en julio próximo.

Cruces y forcejeos en el Vía Crucis de Jerusalén

La procesión del Viernes Santo por la Vía Dolorosa de Jerusalén fue testigo de un momento de inusitada tensión con forcejeos, puñetazos y empujones incluidos, a escasos metros del Santo Sepulcro. Los hechos se produjeron en una plaza aledaña a la principal entrada a la basílica. Una congregación de palestinos adscrita al Patriarcado Latino de Jerusalén y que participaba en los actos procesionales aguardaba su turno para entrar en el santuario frente a una docena de policías israelíes que formaban un cordón que regulaba el paso de entrada de los diferentes grupos del Vía Crucis. Tras unos minutos de espera, los ánimos se caldearon entre los feligreses y se desencadenó un forcejeo entre los palestinos y los agentes israelíes, que no disponían de material antidisturbios. El choque desembocó en empujones, enfrentamientos a golpes y puñetazos entre los palestinos y los agentes del orden israelíes, mientras parte del público que observaba la procesión logró sortear el vallado policial y se introdujo en la vía. La tensión se redujo posteriormente tras la intervención de los líderes del grupo religioso palestino.