La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Brígida Mendoza, ha cesado en su puesto a la directora gerente del Hospital Materno Insular de Gran Canaria, María Isabel Gutiérrez, al tiempo que hacía efectiva la dimisión irrevocable presentada por la gerente de Atención Primaria en Gran Canaria, Elizabeth Hernández, de manera que la dirección sanitaria de la isla ha sido descabezada. No obstante, ya ha trascendido que la dirección insular la asumirá el hasta ahora director médico, Carlos Jorge, y que el sustituto de Isabel Gutiérrez será una persona de la plena confianza de Mendoza: Víctor Naranjo.

Sobre los motivos para tomar esta decisión, desde la Consejería de Sanidad ayer evitaron dar ningún tipo de explicación, si bien en Gran Canaria se da por hecho que se debe a las discrepancias manifestadas por ambas profesionales sobre la postura de la Consejería en temas como la firma del convenio de gestión convenida o la reestructuración de la Unidad de Cirugía Cardiaca Infantil. Sin embargo, el portavoz del Gobierno aseguró ayer que este último asunto "no tiene nada que ver" con la destitución.

No obstante, ambas directivas se han caracterizado por ser las más críticas con Mendoza y su equipo.

"Es una noticia nefasta porque se trata del sexto director que tiene el Materno en una década, y eso acarrea que los servicios se queden inoperativos durante seis o siete meses", aseguraba ayer el diputado socialista y médico Jesús Morera que no descarta que se puedan producir más dimisiones.

Para la diputada del Partido Popular, Mercedes Roldós, "es una muy mala noticia", y recuerda que "son muchos los profesionales médicos de las Islas que están descontentos con la Consejería y que dicen que el sistema falla".

Más tajante se mostró el presidente de Nueva Canarias, Román Rodríguez, para el que "los ceses son las miserias de un equipo debilitado y un departamento gubernamental devaluado, además de ser un síntoma de la crisis de la sanidad canaria", recalcó.