El violinista tinerfeño David Ballesteros es uno de los activos de la cultura musical de Canarias. Tras su paso por la Orquesta Sinfónica de Tenerife, echó raíces en Londres, donde se ha convertido en uno de los "players" más apreciados de la prestigiosa London Symphony Orchestra, con la que ha actuado en el Festival de Música de Canarias y con la que este domingo comparecerá en el teatro Mariinsky de San Petersburgo, bajo la dirección de Valery Gérgiev y con la "Sinfonía Fantástica" de Berlioz en los atriles.

"Tengo la gran suerte" de pertenecer a la Sinfónica de Londres, admite Ballesteros; "la LSO es una gran institución gobernada por los músicos en la que dispongo de un porcentaje de trabajo que me permite desarrollarme en otras áreas, colaborando con actividades de danza, teatro o museos".

Recientemente, Ballesteros regresó a su Isla natal para "poner a punto" a los músicos de cuerda que llevaron al público "La Reina de las Hadas" en las funciones inaugurales del festival Ópera de Tenerife. Esta colaboración fue una relativa sorpresa, habida cuenta de que los melómanos asocian más a Ballesteros con el repertorio sinfónico que con la música antigua.

"Me apasiona conocer los principios en los que se basa la música barroca", señala al respecto el virtuoso tinerfeño. "Estos principios siguen vigentes en todos los estilos de la música actual. Las emociones que contienen no han cambiado y la retórica para componerla y comunicarla es básicamente la misma. Nunca he querido aislarme en especializaciones, por lo que, para mí, tocar música étnica, jazz o haber estudiado dirección de orquesta me enriquece como intérprete, independientemente del nivel que alcance como profesional".

Ballesteros ayudó a los jóvenes músicos del Conservatorio a vérselas con un instrumento, el violín barroco, diferente a sus parientes más evolucionados. "Las cuerdas eran de tripa, los arcos más cortos y ligeros, incluso la afinación era diferente. Existen ejemplos de violín más antiguos, pero es durante el siglo XVI cuando Andrea Amati establece en Cremona el modelo a seguir, con pequeñas variaciones, hasta nuestros días", explica.

La gran disponibilidad de Ballesteros para ayudar y colaborar le ha llevado, además, a asociarse con músicos de las Islas con los que toca periódicamente, así el pianista Gustavo Díaz Jerez, el chelista David Barrera o el clarinetista Cristo Barrios. La música de cámara, señala al respecto, "es un formato ideal para disfrutar y aprender en contraste con los espectáculos para masas".

Pasando por encima de las críticas dirigidas contra programas de difusión como el controvertido y "aparcado" Septenio, David Ballesteros opta por la mesura: "Prefiero críticas constructivas", dice; "si hay que cambiar modelos se cambian, pero todos tenemos que unirnos con la misión de mantener viva la música en vivo, ya que esta es patrimonio de todos".

En cuanto a su relación con la Sinfónica de Tenerife, interrumpida hace años, su opinión no ha variado.

"Aunque hasta ahora no ha habido oportunidad", declara, "la puerta está abierta; me alegrará colaborar en lo que pueda interesarles".

Por otro lado, el violinista de la LSO se ha caracterizado, al igual que su orquesta, por una intensa labor social que le ha llevado a difundir la música en hospitales, cárceles y zonas en conflicto.

"Y continuaré haciéndolo -asegura-. Las artes creativas son una herramienta fantástica de inclusión social. Visitar colectivos marginados, compartiendo la música, y acercarlos también a nuestras sedes es un deber social. Es parte de mi trabajo con la Sinfónica de Londres y bandArt".

"En estos tiempos de graves injusticias, en los que el único parámetro importante parece ser la economía, debemos luchar por una educación y acciones sociales integradoras, no exclusivas. Las artes catalizan emociones y representan un reto intelectual creativo, complementan otras áreas del aprendizaje y nos ayudan a pensar como seres independientes. Es imprescindible acercar a todos las artes llamadas liberales, porque liberan, y las orquestas tienen mucho por hacer en este sentido".

"En este país -concluye- andamos un poco verdes en el plano cultural, y esa pasividad es muy rentable para algunos. En una crisis de principios, ni los beneficiados son verdaderamente felices".

A favor de Saludarte

Bailarines con Síndrome de Down y un cuarteto del que forma parte David Ballesteros participarán el próximo 20 de junio en Houston (Texas) en la inauguración de una importante exposición de arte Latinoamericano, donde tocarán obras de Philip Glass y Steve Reich, bajo los auspicios de la Fundación Saludarte.

Junto a La Fura dels Baus

El próximo mes reserva otra importante cita para Ballesteros: la orquesta de cámara BandArt y La Fura del Baus colaborarán en la ópera "Orfeo", de Gluck, que se representan en el Festival de Granada.